_
_
_
_

Johansson declara la guerra a la violencia

El nuevo presidente de la Unión Europea de Asociaciones de Fútbol (UEFA), el sueco Lennart Johansson, de 60 años de edad, afirma haber declarado la guerra a la violencia en el fútbol. El sucesor del francés Jacques Georges pretende que, de una vez por todas, los hooligans, esos aficionados que se caracterizan por provocar continuos incidentes en los estadios o sus alrededores, sean erradicados. "Los dirigentes de los clubes y la policía deben estar, preparados para ello", advierte.

"Es obvio", expone Johansson, "que cualquier objeto que se pueda convertir en un arma en un momento dado no puede colarse en un campo, como tampoco las bebidas alcohólicas o aquellas personas que muestren estar afectadas por ellas". "Las cámaras de vídeo", prosigue, "deben rastrear los graderíos para detectar a los alborotadores. Los hinchas de los equipos han de estar suficientemente separados para evitar los enfrentamientos directos. Las fuerzas policiales tienen que disponer de cuantos efectivos se estimen necesarios". "Todo esto cuesta dinero, lo sé. Pero es mejor gastárselo para que los espectadores normales acudan a las canchas y no se queden en sus casas, frente a los televisores, por miedo. Lo contrario podría derivar en la muerte de este deporte", argumenta en relación con los sucesos especialmente graves que se han producido esta temporada en Gran Bretaña, la República Federal de Alemania, Holanda o Bélgica."No debemos traspasamos la responsabilidad de unos a otros como si se tratase de una patata caliente", comenta; "la UEFA, las federaciones nacionales y los clubes tenemos que cerrar filas para acabar con la violencia". "Pero, atención, la sociedad en general también tiene su parte de culpa en lo que está sucediendo no sólo en el ámbito deportivo, sino en otros pretendidamente culturales, como, por ejemplo, los conciertos de rock. ¿Qué siente, pongo por caso, un jóven fanático del Liverpool que está sin trabajo y cuyas perspectivas de hallar un empleo son cada vez más sombrías? Es probable que se refugie en la bebida y se torne cada vez más agresivo. Muchos hooligans son un producto de las injusticias sociales, de su temor al futuro", denuncia.

Los derechos humanos

Johansson alega haber pensado en medidas drásticas contra los más iracundos, como no consentirles el acceso a los estadios ni los desplazamientos, "pero hay que reparar en que esto podría llegar a ser incompatible con la ley o hasta con los derechos humanos en sí".Personalmente, Johansson sólo ha vivido una noche de vandalismo futbolístico: "Fue durante la fase final del Campeonato de Europa de 1988, en Düsseldorf (RFA). Cientos de hinchas alemanes e ingleses tomaron las calles. Yo me ví envuelto entre ellos. Quería escapar, pero no me era posible hacerlo. Aquello era un tornado.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_