El cierre de la M-40 por El Pardo se decidirá en una cumbre política
Los responsables de Carreteras y Urbanismo del Ministerio de Obras Públicas (MOPU), de la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid han tirado la toalla. Después de tres meses discutiendo en la Comisión del Plan de Accesos el trazado de la M-40 a su paso por el monte de El Pardo, han decidido dejar a los máximos responsables la patata caliente. En diez días se reunirán el ministro Javier Sáenz Cosculluela, el alcalde Agustín Rodríguez Sahagún y el presidente Joaquín Leguina para tomar una decisión.
"Ha llegado un momento en que la decisión es puramente política", explicó ayer Rafael Fernández, director general de Carreteras del MOPU, al término de la comisión de seguimiento del Plan de Accesos. "Los informes técnicos y los presupuestos de las tres alternativas están hechos y discutidos, sólo falta decidir".Las tres administraciones difieren sobre la traza de un tramo de 300 metros del cierre noroeste de la M-40. El Ayuntamiento y el MOPU apuestan por construir un túnel bajo la tapia del monte de El Pardo. La Comunidad prefiere que la vía pase junto a la tapia a costa de derribar tres chalés de lujo o bien construir una avenida semisubterránea en la calle de Valdemarín.
Los costes finales de las tres alternativas son muy similares, pero no así el porcentaje que cada administración debe aportar en cada caso. El Ayuntamiento, encargado de conseguir el suelo, no desea expropiar los chalés porque, según las tasaciones realizadas, costaría más de 8.000 millones de pesetas. El MOPU no quiere construir un paso semisubterráneo en Valdemarín porque la obra supondría 3.000 millones más de lo previsto, y la Comunidad no desea tocar la tapia del monte de El Pardo "porque es como una frontera simbólica".
Fernández anunció que, a la vista de la imposibilidad se seguir discutiendo técnicamente las alternativas, será el ministro, el alcalde y el presidente de la Comunidad los que se reúnan para decidir.
En la comisión se acordó también desplazar "todo lo que sea técnicamente posible" la traza del eje Sinesio Delgado a su paso por la urbanización Iberia 2, del distrito de Fuencarral. Los vecinos de la zona habían protestado porque la nueva vía se comía gran parte de las, aceras.
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