Redondo y Gutierrez creen que el PSOE debe demostrar que es el partido de los pobres

EL PAÍS Los secretarios generales de UGT y CC 00, Nicolás Redondo y Antonio Gutiérrez, advirtieron ayer, en el acto central del Primero de Mayo, que no están dispuestos a repetir viejas fórmulas de pactos, ya fracasadas, como el de competitividad propuesto por el Gobierno, y solamente van a negociar acuerdos sobre temas concretos que supongan un reparto de la riqueza. Ante la segunda fase de concertación que se iniciará en los próximos días, piden al PSOE que demuestre realmente que es "el partido de los pobres".

La manifestación de Madrid, que contó con menos participantes que la del año pasado -300.000 personas según los sindicatos convocantes-, discurrió entre la plaza de Atocha y la Puerta del Sol y estuvieron presentes Julio Anguita y los principales dirigentes de Izquierda Unida; el líder del Partido de los Trabajadores, Santiago Carrillo; miembros de la Izquierda Socialista del PSOE, entre ellos Antonio García Santesmases, y representantes de distintas organizaciones sociales.

En el mitin final, Redondo -quien considera que lo más tonto es un socialista de derechas"- reclamó al Ejecutivo coherencia, voluntad política, que "cambie el disco de los 13 últimos años, pidiendo contención de los salarios" y empiece a facilitar el control de los beneficios empresariales.

Antonio Gutiérrez puntualizó que también interesa a los sindicatos resolver los retos del futuro pero haciendo frente a muchos más desequilibrios de los que interesan al Gobierno: la inflación y el comercio exterior. El dirigente de CC'00 dio las claves de los temas que para las centrales son negociables y el primero de ellos es buscar soluciones a la- más alta tasa. de paro de la CE. También están dispuestos a discutir medidas contra la precarización del mercado laboral, un reparto de "la tarta nacional", de la que, según sus palabras, "los empresarios han comido con una cuchara más grande que la nuestra y a dos carrillos", la mejora de las inversiones y de los servicios públicos, en especial la sanidad, y una reforma fiscal favorable a las rentas del trabajo.

Los dos dirigentes sindicales coinciden en que ahora se empiezan a ver los resultados de la huelga general, tras la consecución de acuerdos con importantes mejoras para los pensionistas, los contratados temporales, los jornaleros del campo, en la lucha contra la pobreza, mediante el salario social, y por haber conseguido reivindicaciones que el Gobierno negaba antes y después del 14 de diciembre de 1988. No obstante, reclaman que se cumplan los pactos pendientes referidos a las pensiones asistenciales y al desarrollo normativo del control sindical de la contratación y el secretario general de Comisiones Obreras precisó que los avances obtenidos no son suficientes para completar el giro económico y social demandado.

También dedicaron críticas similares a la patronal CEOE, por su actitud en las mesas de negociación con el Gobierno y, sobre todo, por haber tratado de imponer topes salariales.

Los dos sindicalistas mostraron su apoyo a los trabajadores de sectores con problemas en sus convenios, como los de gasolineras y banca, cuya patronal, según Gutiérrez, ha aumentado los beneficios un 115% y niega a sus empleados un aumento salarial digno. Redondo aseguró que "para romper la cerrazón empresarial, y hasta el límite de la solidaridad, no vamos a dejar solos a estos trabajadores". También afirmó que la actitud de la CEOE se merece una respuesta contundente, como la dada ya en la negociación colectiva donde "ha querido echar un pulso a los trabajadores y lo está perdiendo".