El último de la fila
El último de la fila, el inversor al que sorprendió la subida de la pasada semana con dinero en el bolsillo y temor a la rápida escala del índice, parece haber decidido abandonar prevenciones y tomar posiciones en un mercado que vive con intensidad los últimos acontecimientos. Un buen ejemplo del estado de ánimo que reina entre los inversores es lo sucedido ayer con los títulos de Banesto en de Madrid. La apertura en la contratación del valor hubo de retrasarse una hora y cuarto debido a que a la hora prevista para su inicio, las 11 de la mañana, el dinero presionó lo suficiente como para marcar un precio de apertura superior al 5% autorizado. Al fin, inició la mañana tras ampliarse el límite en la oscilación al 7%.Con el sector de la construcción de nuevo en punta -fue, junto con el de inversión, el que más subió en la jornada-, y algunos valores de la órbita de Banesto apurando subidas, el índice general de la bolsa madrileña finalizó la mañana con una subida superior a los cuatro puntos, en una dinámica apoyada por volúmenes de contratación importantes que sólo se moderó en la jornada de tarde, influída por la apertura a la baja de Wall Street. Las realizaciones de la tarde, pese a restar algo más de un punto al índice, no fueron suficientes para apear el mercado del nivel del 280%. El dinero extranjero continúa presente y optimismo y precaución dirimen su partida.