El presidente del PSOE de Madrid, próximo a Guerra, desautoriza a Leguina

El presidente de la Federación Socialista Madrileña (FSM), José Acosta, alineado con el sector guerrista del PSOE, arremetió ayer contra su secretario general y presidente de la comunidad autónoma, Joaquín Leguina, por las críticas realizadas contra la exclusión de José Rodríguez de la Borbolla como primer candidato en las elecciones andaluzas. Felipe González ha retrasado hasta la próxima semana la sustitución del Manuel Chaves.

El secretario general de la FSM y presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, había considerado "arriesgada" la decisión de sustituir a José Rodríguez de la Borbolla por Manuel Chaves, y apreció en esta elección la mano del vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra. Posteriormente, precisó que sus declaraciones fueron realizadas en un tono de broma.Sin embargo, el presidente de la FSM, José Acosta, no dudó ayer en desautorizar al secretario general Joaquín Leguina. Acosta señaló a este periódico que las opiniones de Leguina sobre el nombramiento de Chaves "no están avaladas ni contrastadas, ni se corresponden con la opinión de ningún órgano de la Federación Socialista Madrileña".

Dirigentes socialistas confirmaron ayer que esta desautorización no hace sino poner de manifiesto el distanciamiento entre ambos políticos y sitúan a Acosta cada vez más cercano al aparato del partido, rnientras que Leguina se mantiene alejado de la ortodoxia de la cúpula socialista y, singularrriente, del llamado sector guerrista. Colaboradores de Leguina dijeron ayer que éste prefería no comentar esta desautorización d.e Acosta.

Casualmente, 24 horas antes de las declaraciones de Acosta, algunos informadores requirieron de Leguina una respuesta sobre el enfrentamiento que mantiene con éste. Leguina se limitó a responder lo siguiente: "Desde hace muchos años me une una gran amistad con José Acosta".

Por otra parte, el vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, comunicará la próxima semana a la ejecutiva de su partido el nombre del sustituto del ministro de Trabajo, Manuel Chaves, y dará por zanjado el debate abierto en el partido sobre la necesidad de que hubiera una amplio remodelación en el Gabinete, toda vez que el presidente del Gobierno, Felipe González, ha decidido no realizar otras sustituciones.

Esta decisión no ha creado ningún conflicto en el partido, a pesar de que hasta hace pocas semanas miembros de la ejecutiva socialista y dirigentes regionales pidieron expresamente a González que cambiara a sus ministros para empezar esta legislatura "con nuevos bríos".

Las fuentes consultadas indicaron ayer que, probablemente, la comisión ejecutiva se reunirá el próximo miércoles y que Alfonso Guerra comunicará el nombre del nuevo ministro de Trabajo. Si se cumple la tradición en este sentido, el presidente del Gobierno acudirá simultáneamente, a la Zarzuela para dar a conocer al Rey su decisión sobre el sustituto de Chaves.