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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

'Las arañas, I, el mar de oro'

1.15 - TVE-1 (56 minutos).Sobre uno de los indiscutibles maestros del séptimo arte, Fritz Lang, propone TVE, sustituyendo a Bela Lugosi, un ciclo circunscrito a los títulos más significativos de su primer período alemán, antes de que el azar vestido de ideología hiciera de él uno de los más fecundos realizadores del cine norteamericano.En efecto, como se sabrá, Goebbels le ofreció cierto día nefando ser el director general de la UFA y, por ende, el cineasta oficial de las directrices hitlerianas. Lang no tomó la oferta: tomó un tren hacia París raudo y veloz, dejando, entre otras cosas de menor valor, a su esposa, guionista y perspicaz escritora, Thea von Harbou. Para esos trotes oficialistas y enaltecedores de la cosa aria ya estaba, y estaba muy bien, Leni Riefenstaffi.

En Hollywood, Fritz Lang acentuaría la grandeza de su obra cincelando una poderosa filmografia que se sustentaría en una reflexión sobre el destino, la invisibilidad que separa el bien del mal y el miedo a la pérdida de identidad, en filmes como Furia, Sólo se vive una vez, You and me, Deseos humanos, Los sobornados o Mientras la ciudad duerme, entre tantos otros. Incluso, por esa mímesis que pone nueva zona geográfica al recién llegado, sería un excelente autor de westerns en El regreso de Frank James y Encubridora. Volvería a Alemania para recuperar uno de sus personajes fetiche, el doctor Mabuse, y para realizar sus terminales y espléndidas El tigre de Esnapur y La tumba india.

Pero volvamos a la Alemania en que el expresionismo latía en toda su intensidad. El ciclo arranca con esta primera parte -su tercera película- del díptico Las Arañas, nombre de una peligrosa organización que pretende dominar el mundo (la segunda parte, El barco de los brillantes, la veremos el proximo martes), contra la que luchará un aguerrido y exótico personaje, Kay Hoog, encarnado por Carl de Vogt, un Indiana Jones avant la lettre.

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