Los mineros de la explotación aragonesa 'Alfonso' inician el tercer mes de huelga por el convenio

Los trabajadores de la mina Alfonso, de Tobed (Zaragoza), llevan más de dos meses en huelga indefinida para reivindicar mejores condiciones laborales, la firma del convenio y la readmisión de su representante sindical. A finales del año pasado los nueve empleados de dicha explotación exigieron a la empresa Baritas de Tobed, SA, cuyos propietarios viven en Barcelona, la firma del convenio, del que carecían, y mejoras laborales. La respuesta de la empresa fue no renovar el contrato a los cuatro trabajadores a los que les caducaba.Los mineros se informaron de sus derechos, se afiliaron a CC OO y el 15 de febrero iniciaron una huelga indefinida. En alguno de los cuatro pozos con que cuenta la mina todavía se alumbran con carburo, al no tener luz eléctrica, y los servicios de inspección del Gobierno aragonés clausuraron una de las galerías por falta de seguridad. La explotación tiene deficiencias, según han denunciado los trabajadores, en los aseos, el comedor y los vestuarios, entre otras dependencias; aún barrenan con polvo, lo cual no está recomendado por la Dirección General de Minas, que aconseja hacerlo con agua.

Salario base

Los empleados cobran un salario base de 51.000 pesetas al mes, con la posibilidad de hacer destajos a razón de 625 pesetas la tonelada de mineral extraído, que puede ser de dos por hombre y día. La empresa obtiene unos 40 millones de pesetas al año, ya que se extrae unos siete millones de kilos de barita, que en el mercado se vende a razón de siete o 10 pesetas el kilo. Sin embargo, añaden los trabajadores, la compañía no ha invertido en mejorar la explotación. Desde que se inició el conflicto ha habido tres reuniones entre la empresa, los trabajadores y la inspección de trabajo. La patronal sólo ha accedido a readmitir a tres de los cuatro empleados a los que no renovó el contrato, pero se niega a hacer lo mismo con el representante sindical Rafael Vicente.Por otra parte, los trabajadores de la mina Ana María Covadonga, en Pola de Lena (Asturias), clausurada por incumplir las normas de seguridad, iniciaron ayer un encierro en el interior de la explotación en protesta por el impago de sus salarios.