Consignas fascistas

No me agradan los fascistas, me repugna su cínica cobardía, que sólo parece encontrarse a gusto bajo la protección de cualquier corporación armada, cuanto más poderosa, mejor. Por eso no compro y no leo periódicos fascistas y sí compro y leo EL PAÍS habitualmente. Pero desde que ustedes insertan anuncios como el de la revista Epoca me obligan a leer, o a evitar leer, que viene a ser lo mismo, los titulares para mí revulsivos de sus editoriales.No sé si este efecto, el de aprovecharse de la tirada de su periódico para pasar por la nariz de sus lectores las consignas fascistas, será el mismo para los habituales cormoradores de su diario, para todos quiero decir, pero no creo que sus efectos compensen el precio que les pagan por publicidad. Tampoco creo que el anuncio de las consignas de Epoca sea sólo y meramente publicidad. Es una bomba de tiempo incrustada en las hojas de EL PAÍS. Desagrada.-