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La abadía desaprueba la conducta de Saez

Aurora Intxausti

La Abadía de Bellocq, en la que se encontraba como novicio Philippe Saez, detenido la semana pasada por la policía francesa por su pertenencia a ETA y al que se le acusa de asociación de malhechores, ha desaprobado la conducta de este integrante de la congregación. El prior de la Abadía benedictina de Notre Dame de Bellocq, Jean Jacques de Amestoy, haciendo referencia a Ias acusaciones que podrían pesar sobre Philippe Saez, indicó que "el monasterio no puede aprobar de ningún modo lo que por esencia no puede justificarse".

Philippe Saez entró en la abadía en septiembre de 1988, según el abad, en la que vivía "con seriedad la formación para su nueva vida de monje", una vida que, según el prior, está basada en la conversión y la oración. Añadió que si se confirmase la participación de Philippe Saez en "actos reprensibles, la abadía no podría avalar lo que no puede serlo".

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Discos religiosos

Notre Dame de Belloc está habitada por una treintena de benedictinos que fabrican queso y editan libros y discos religiosos en lengua vasca. En los últimos años, la abadía se ha convertido en una de las plazas fuertes del clero vasco-francés abertzale.Philippe Saez, Txistu, contaba 19 años cuando Domingo Iturbe Abasoloi, Txomin, le captó para formar parte del comando itinerante, según el testimonio facilitado por Henri Poirot, y participó en cuatro atentados en los que fallecieron siete personas: el industrial José Legaza, el magistrado José Francisco Mateu, el general Constantino Ortiz, el teniente general Luis Gómez Ortigüela, los coroneles Agustín Laso y Jesús Avelós, y el conductor Lorenzo Gómez.

En 1982, Philippe Saez dejó de formar parte del primero de los comandos operativos de ETA formado íntegramente por súbditos franceses. Txistu, apodo por el que se le conocía al novicio por ser un virtuoso tocando este instrumento (flauta autóctona), participó en las acciones que este grupo de franceses realizó en España en los años 1978 y 1979.

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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