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El partido comunista autorizará el funcionamiento de corrientes de opinión en su próximo congreso

El PCE regulará en su XIII congreso, después de las elecciones locales y autonómicas de 1991, el funcionamiento de corrientes internas de opinión, un hecho inédito en una formación comunista, según aprobó ayer el pleno de la VI Conferencia Política de este partido. Su secretarlo general, Julio Anguita, lanzó en su discurso de clausura un mensaje de optimismo sobre la situación actual y las posibilidades de futuro de Izquierda Unida (IU) y del PCE, y advirtió a los militantes contra aquellos dirigentes y técnicos que, desde dentro del partido, hacen el juego al PSOE.

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"La dirección está para dirigir", dice el líder del PCE

El pleno de la VI Conferencia Política del PCE, reunida durante el pasado fin de semana en Madrid, aceptó por amplia mayoría la propuesta hecha por una de sus tres comisiones de trabajo para que se autorice la existencia de corrientes de opinión dentro del partido y se regule su funcionamiento. Dado que la inicitaiva implica la reforma de los estatutos, será en el XIII Congreso, previsto para después de las elecciones municipales y autonómicas del próximo año, donde se introduzca esta medida de pluralismo interno, que adquiere ribetes revolucionarios en un partido de inspiración comunista.La conferencia ha supuesto una inyección de moral y de doctrina para los militantes del PCE, que este mes cumple su setenta aniversario, cuyas creencias se han visto sometidas en los últimos tiempos a una doble y dura prueba. De un lado, el hundimiento estrepitoso de los regímenes comunistas del Este europeo ("agotamiento o fracaso" fue la expresión utilizada por Anguita, y de otro, la estrategia de la dirección de su partido de diluir su protagonismo en favor de Izquierda Unida.

Ese era el objetivo del documento del Comité Central sometido a debate en la Conferencia (fue aprobado por 240 votos afirmativos, uno en contra y 10 abstenciones) e igual propósito tuvo el discurso de clausura de Julio Anguita. El secretario general manifestó haber observado en los días pasados la misma atmósfera de angustia y dudas que precedió al XII Congreso, en febrero de 1988, cuando sustituyó a Gerardo Iglesias.

Sin embargo, destacó que no existe ninguna razón que justifique tales preocupaciones, ya que en ese periodo, dijo, se ha conseguido la práctica unidad de las fuerzas comunistas, se ha avanzado en la construcción de IU, y se obtuvo en las últimas elecciones un millón de votos más. "Es cuando crecemos cuando nos llegan torpedos en la línea de flotación", afirmó Anguita, para quien la razón de las inquietudes surgidas entre las bases del partido sobre su futuro está en "el falso debate que nos viene de fuera", y cuyo contenido resumió en una frase: "Pásense con armas y bagages al PSOE".

Frente a estas invitaciones, Anguita proclamó entre aplausos que "el PCE sigue existiendo como tal PCE" y, refiriéndose al PSOE, manifestó que los comunistas españoles no aceptan lecciones de democracia, porque fueron pioneros, dijo, en apostar por el socialismo democrático y en decir que "el Estado no puede confundirse con el partido". Reiteró en este sentido la oferta al PSOE para avanzar en la unidad de la izquierda, pero volvió a precisar que dicha colaboración debe plantearse sin imposiciones hegemónicas, "desde la autonomía de Izquierda Unida" y sobre un programa.

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Falsos debates

El líder comunista añadió que la estrategia del PCE debía ser "de crecimiento y mano tendida", sin cerrarse a nada; incluso a la propia desaparición en el futuro del partido, si llegara a ser conveniente para avanzar en la unidad de los socialistas, "porque somos un instrumento, no un fin". Dirigiéndose a los sectores del propio PCE que propugnan acelerar la disolución del partido en el seno de Izquierda Unida, consideró "contraproducente" forzar el proceso, por entender que quemar atapas apresuradamente supondría "matar el PCE y matar IU".

Pero, en cambio, reiteró a los delegados la necesidad de volcarse en IU, renunciando al protagonismo que le pudiera corresponder al principal partido de la coalición.

Más adelante, Anguita estimó que la democracia existente dentro del PCE "raya en la falta de respeto a la norma democrática", la aceptación de las decisiones adoptadas mayoritariamente, y criticó con dureza, aunque sin dar nombres, a los cargos electos y cuadros del PCE que hacen el juego al PSOE planteando "falsos debates".

Consciente de que medidas disciplinarias por parte de la dirección tendrían mala imagen, teniendo en cuenta la historia reciente del partido, el secretario general llamó a los militantes a "no tolerar la insinuación ni la maniobra", y les advirtió contra el riesgo de caer en los "viejos vicios" que motivaron anteriores escisiones.

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