Martínez: "Es un triunfo de los que han hecho grande al club"
Lágrimas, histeria, gritos, cava y un inmenso caos coincidieron al unísono en los pequeños e incómodos vestuarios del pabellón de Badalona. Pedro Martínez entró en la sala de los jugadores diciéndole a José Montero: "Muy bien, tío, muy bien". Martínez, con tan sólo 28 años, saboreaba las primeras mieles del triunfo, después de haber sustituido de forma inesperada a Herb Brown."Esta es una victoria de todos los que han hecho grande a este club", dijo Martínez a una inmensa nube de periodistas que luchaba, cast,a codazo limpio, por recoger sus palabras. "No es un día para resaltar las individualidades", añadió el joven técnico. "A mí no me corresponde nada. El triunfo es exclusivamente de los jugadores, aunque todos los que han pasado por este club han puesto su granito de arena, desde Brown, que ha estado siete meses, hasta Nollis o Julbe".
El planteamiento
El entrenador del Joventut reconoció que, en los primeros instantes del encuentro, el Scavolini le sorprendió: "Sus planteamientos tácticos nos crearon muchos problemas y echaron por tierra todo lo que habíamos preparado. Por eso fallamos mucho en los tiros libres y en los exteriores. Posteriormente, impusimos nuestro ritmo. Ha sido duro, muy duro, pero ha valido la pena. Ha sido un día memorable para la entidad, que llevaba mucho tiempo buscando algo así. Por eso tengo la piel de gallina, como la tenía antes del partido".
Sergio Scariolo, técnico del Scavolini, no tuvo reparos en reconocer que la victoria del Joventut fue merecida: "Han jugado muy bien y Martínez ha llevado el encuentro de la forma que le interesaba. Sus planteamientos han sido excelentes. Sinceramente, esperaba algo más de mis jugadores que psicológicamente no han estado a la altura de las circunstancias".
Montero, uno de los grandes artífices del triunfo, resumió así el encuentro: "Durante el primer tiempo hemos pecado de precipitación. Tras el descanso, hemos comenzado a soltar el brazo y la mano; hemos jugado con cabeza y sentiodo común y el resultado ya se ha visto. ¿Qué más puedo decir? Estoy contento y muy especialmente por el maravilloso público que nos ha animado en todo momento. Sin ellos no hubiéramos conseguido nada".
En parecidos términos se expresaron sus compañeros, aunque Lampley, muy emocionado, sólo acertó a decir: "No puedo hablar, no puedo. Soy muy feliz, muy feliz".
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