Aznar inicia un férreo control del aparato de poder provincial del Partido Popular

José María Aznar dispondrá de un férreo control de aparato provincial del partido en cuanto sea elegido presidente nacional del PP este fin de semana. El sucesor de Manuel Fraga parece haber hecho suya la expresión con que el veterano líder definió su papel tras refundar AP: "Mano de acero en guante de raso". Sus colaboradores están llevando a cabo una intensa actividad para implantar en todo el partido los nuevos "criterios de actuación" y para disponer de delegados en todas las sedes provinciales. Unas medidas que parecen inspiradas en el control conseguido por Alfonso Guerra en el PSOE.

La Secretaría de Organización del PP anunció ayer el inminente fortalecimiento y profesionalización, de los gerentes provinciales. Estos cargos, creados en 1982 para elaborar la contabilidad y otros aspectos domésticos de la infraestructura del partido, verán próximamente incrementado su protagonismo como informadores directos de la secretaría de organización y como supervisores de la ejecución local de las decisiones nacionales del partido.Tras el próximo congreso nacional del Partido Popular, que se celebrará el próximo sábado y domingo en Sevilla, la Secretaría de Organización, dirigida por Juan Carlos Vera, dispondrá de una amplia red de delegados que diariamente informarán de la situación interna de la organización y de la situación política en cada provincia. Su fidelidad estará garantizada incluso desde el punto de vista laboral, ya que firmarán su contrato con la oficina central del partido en Madrid, aunque la propuesta de su nombramiento corresponderá formalmente a las ejecutivas provinciales.

Ya en los últimos meses, los gerentes han comunicado a diario, mediante un telefax, a la sede nacional del PP las desaveniencias entre dirigentes, los conflictos difundidos por los medios de comunicación locales o el grado de cumplimiento de las instrucciones recibidas. Toda esa información ha sido centralizada por Juan José Lucas, vicesecretario general, una de las personas de la máxima confianza de Aznar y que con toda probabilidad será ratificado en su puesto por el congreso del partido.

Lucas y Francisco Álvarez Cascos, secretario general, mantuvieron ayer por la mañana la reunión con casi todos los gerentes y presidentes provinciales del PP. Además de comunicarles algunas normas para el funcionamiento del congreso popular que se celebrará el próximo fin de semana, ambos dirigentes anunciaron la "potenciación" de los representantes provinciales de la secretaría de organización.

Renovación

"Como las funciones de los gerentes van a aumentar, convirtiéndose en auténticos responsables de las oficinas administrativas en cada provincia, queremos que actúen como profesionales y sin ceder a tentaciones de politización", explicó ayer un dirigente popular.

Aznar habrá conseguido además para finales de este año una amplísima renovación de las ejecutivas provinciales, hasta ahora ajenas a su control, con excepción de Castilla y León. En el último año, desde la refundación de Alianza Popular, su equipo de confianza ha designado comisiones gestoras al frente del PP en Albacete, Cuenca, Valencia, Badajoz, Murcia, Cádiz, Burgos y Álava.

La cúpula del PP ha intervenido, a través de Juan José Lucas, en la elaboración de las propuestas de ejecutivas en los congresos de Málaga, Sevilla, Castilla-La Mancha, Navarra, Badajoz, Valencia, Vizcaya, Guipúzcoa y Orense. En todos los casos, excepto en el último, los dirigentes nacionales consiguieron que no trascendiera la lucha por el poder y que sólo se presentase una candidatura.

En estos momentos no existe un sector crítico que traspase las fronteras provinciales, según diversos integrantes del equipo de Aznar. En una de las regiones que fué más fiel a Antonio Hernández Mancha y en la que los dirigentes populares han continuado siendo más reticentes hacia la nueva cúspide del PP, Álvarez Cascos ha comunicado, en el último mes, a todos los dirigentes provinciales la necesidad de imprimir "un giro de 180 grados en la actuación, y la consiguiente apertura del partido".

Ganar elecciones

El secretario general del PP ha advertido que la legitimidad de los dirigentes provinciales no va a proceder en adelante de su capacidad para ganar congresos sino para ganar eleccciones.

Y, a este respecto, en la sede nacional del partido se recuerda que en la mayoría de las poblaciones rurales importantes de Andalucía, el PP obtiene menos del 10% de los votos.

El proceso de renovación de las ejecutivas provinciales y regionales bajo el control del equipo de Aznar continuará unas vez trascurrido el verano. A la vuelta de las vacaciones, se celebrarán los congresos regionales del PP en la Comunidad de Valencia, Cataluña y Madrid. La dirección del partido quiere que en esas reuniones sean investidos los candidatos a la presidencia de las respectivas de las comunidad autónomas en las elecciones de 1991.