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Un vendedor de cintas musicales, hallado en su casa con la cabeza destrozada a golpes

Un hombre de 54 años de edad fue hallado muerto poco antes de las ocho de la tarde del pasado sábado en su domicilio de la avenida de Pablo Neruda, en el distrito de Vallecas, según informaron fuentes policiales. Los agresores impidieron que la víctima huyese y, tras perseguirle por las habitaciones, acabaron destrozándole la cabeza a golpes mediante un objeto contundente.El cadáver de Antonio Pérez Perea fue descubierto por su nuera, la cual acudió al número 11 de la avenida de Pablo Neruda para comprobar si le había ocurrido algo, ya que nadie le había visto desde hace tres o cuatro días. La mujer entró en la casa y descubrió horrorizada que su suegro yacía en el dormitorio principal, totalmente desangrado.

Inspectores del Grupo de Homicidios de la Brigada Judicial de Madrid se hicieron cargo del caso desde el primer momento y comprobaron que en el piso se había desarrollado una brutal pelea. En las paredes de las habitaciones había grandes manchas de sangre, lo que prueba que Pérez Perea fue golpeado mientras trataba de huir desesperadamente. Los asesinos le destrozaron el cráneo con un objeto contundente que la policía no ha querido especificar.

El médico forense determinó que la muerte de Antonio Pérez se produjo entre el miércoles y el jueves pasados. Los vecinos, sin embargo, han manifestado que la última vez que le vieron fue el lunes, fecha desde la que nadie había vuelto a visitar su casa.

Antonio Pérez enviudó hace un par de años aproximadamente. Era padre de tres hijos varones, uno de los cuales -trabajador en una empresa cervecerafalleció hace un año, según los vecinos. Otro hijo estuvo recluído en prisión y recientemente fue trasladado al hospital Gregorio Marañón.

Puente de Vallecas

Pérez Perea y su familia fueron desalojados de la casa que con anterioridad ocupaban en el barrio de Palomeras, tras lo que fueron realejados en un piso de promoción pública de la avenida de Pablo Neruda. Durante algún tiempo trabajó como vendedor ambulante de frutas y ahora subsistía mediante la venta de cintas musicales a través de un puesto callejero que solía instalar en la avenida de la Albufera, muy cerca del Puente de Vallecas, según informaron varios vecinos."En esa casa pasaban cosas raras", dijo una vecina. Esta misma persona añadió: "Mucha gente tenía la llave del piso y había un constante trajín de hombres y mujeres que entraban y salían a todas horas". Los inqulinos del inmueble requirieron varias veces a la policía para quejarse de los ruidos procedentes del domicilio de Pérez Perea o por el alto volumen de la música a altas horas de la madrugada".

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La policía sospecha que los autores del crimen fueron al menos dos personas, posiblemente algunas de las que tenían fácil acceso a la vivienda por gozar de la confianza de la víctima. Se desconoce el móvil del asesinato, aunque está descartado el robo.

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