Londres se salta la prohibición de la Comunidad Europea de invertir en Suráfrica
El Gobierno británico ha levantado de forma unilateral la vigente prohibición comunitaria de invertir en Suráfrica, adoptada en 1986 para sancionar al régimen racista. de Pretoria. Londres ha adoptado la medida contra los deseos de la mayoría de los doce, cuyo presidente de turno, el irlandés Charles Haughey, considera que la decisión de Londres es "un contratiempo momentáneo" para la CE.La Cámara de los Comunes esperaba recibir ayer la comunicación oficial del cambio de situación a las 24 horas de un debate sobre el asunto en el que el subsecretario del Foreign Office, Williarri Waldergrave, manifestó que la decisión británica de romper el bloqueo comunitario impuesto a Pretoria es "una respuesta simbólica, pero práctica" a la iniciativa del presidente surafricano, Frederik W. de Klerk, de porier en marcha un proceso de reforma hacia el fin del apartheid. Una fuente oficial dijo que no iba a haber tal comunicación porque: ya se había anunciado la intención "en la reunión de Dublín".
Londres sólo contó con el apoyo de Lisboa cuando en la reunión de ministros de Exteriores de los doce del martes en la capital irlandesa, el secretario del Foreign Office, Douglas Hurd, adelantó la disposición de su Gobierno de levantar la prohibición de invertir en Suráfrica con independencia del parecer de los demás. Esta sanción, impuesta en octubre de 1986, tiene carácter voluntario y puede ser suspendida previo anuncio a los socios comunitarios.
Para la oposición laborista, la decisión anunciada en Dublín y confirmada ayer es 11 una humillación adicional para el Reino Unido". Margaret Thatcher siempre se ha opuesto a las sanciones contra Suráfrica, que Pretoria considera muy dañina y la comunidad internacional ve como una de las principales palancas que han hecho posible el inicio del cambio del régimen racista.
Tras el discurso de De Klerk del día 2, la primera ministra anunció su disposición a levantarlas sanciones. El llamamiento del líder negro Nelson Mandela a mantener esa presión mientras no se materialicen las intencio nes refórmadoras del presidente surafricano cayó en oídos sordos en el número 10 de Downing Street, de cuya política se ha des marcado expresamente la Casa Blanca. El Reino Unido es el primer inversor internacional en Suráfrica, con casi la mitad del total, pero la comunidad británica de negocios recibió el anuncio gubernamental con circunspec ción. Los empresarios están pendientes de la evolución de los acontecimientos, y será necesa rio que perciban indicios de de mocracia y estabilidad antes de optar por aprovechar la oportunidad que Thatcher les brinda.
La decisión británica fue acogida con satisfacción por De Klerk -quien ayer acogió favorablemente la decisión del ANC de iniciar con él conversaciones- y sirvió para empañar su decepción por la cancelación de la cumbre que iba a mantener maflana en Zaire con varios presidente africanos.
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