Aznar acusa a González de actitudes "mesiánicas" y de sentirse imprescindible
El líder del Partido Popular, José María Aznar, acusó ayer a Felipe González de hacer gala de una concepción "mesiánica" de su protagonismo político, "con una permanente inclinación a sentirse imprescindible, con sus avisos de renuncia cuando se encuentra en alguna dificultad". En una conferencia pronunciada anoche en el Club Siglo XXI, Aznar afirmó que la libertad proclamada en las leyes es burlada en la práctica de gobierno".Aznar dijo que "sólo la Justicia está consiguiendo corregir estos afanes autoritarios" y atribuyó algunas de las "obsesiones" de los gobernantes socialistas a su pertenencia a la generación "de los nietos de Franco".
El líder electoral del Partido Popular confirmó, con su intervención, que la actitud de enfrentamiento del PP con el Gobierno socialista es una decisión estratégica tomada por los sucesores de Manuel Fraga y, por tanto, prevalecerá en su comportamiento la labor de oposición a la consecución de pactos. Una actitud con la que la que quiere rectificar, según reconocen sus colaboradores, los errores cometidos por el PP en el pasado al "caer en la trampa" que suponían ciertos pactos en los que el Gobierno se aseguraba un amplio respaldo y una imagen dialogante mientras que el PP obtenía a cambio tan sólo "unas migajas" de poder.
El vicepresidente del PP atacó ayer sin preámbulos a los socialistas. Comenzó por afirmar que lo más inquietante del comportamiento de éstos es su talante de apropiación de la libertad", manifestada, desde su punto de vista, en la reciente querella del PSOE contra un diario nacional por afirmaciones vertidas en un editorial. Una iniciativa que, a su juicio, trata de restablecer "un delito propio de todas las dictaduras: el delito de opinión". Desde la perspectiva del dirigente popular, "sólo la justicia está consiguiendo corregir estos afanes autoritarios'.
Aznar utilizó en varias ocasiones el concepto de autoritarismo para definir comportamientos de los socialistas, como el de Txiki Benegas al situar, recientemente, fuera del bloque constitucional a los partidos que ejercen una oposición rigurosa. A modo de explicación de "las obsesiones" de los gobernantes socialistas recordó que la generación a la que éstos pertenecen es la de los "nietos de Franco" y sostuvo que "la unidad y coordinación de funciones" a que aspira el PSOE "no es reflejo de un talante democrático, sino un invento del régimen ranquista".
Dispuesto a golpear políticamente lo más alto posible, aseguró que el deterioro de la vida pública española es consecuencia de una concepción patrimonial del poder por el PSOE y "de una interpretación mesiánica de que suele hacer gala el presidente del Gobierno, con una permanente inclinación a sentirse imprescindible, con sus avisos de renuncia cuando se encuentra en alguna dificultad".
José María Aznar aludió a casos en que el Gobierno, utilizando en ocasiones armas inconfesables, ha querido encauzar la actividad económica según sus propios intereses, ha pretendido penetrar en las instituciones financieras y ha presionado a la Iglesia Católica sobre los recursos financieros procedentes de los impuestos.
El dirigente del Partido Popular acusó al Ejecutivo socialista de limitar "la libertad de pensamiento y creación con una política de subvenciones distante de todo principio de equidad e imparcialidad".
En opinión de José María Aznar, "nos encontramos ante una hegemonía ideológica derrumbada, una mayoría social cuarteada y un poder político en equilibrio inestable". Una realidad, en su opinión, de la que son conscientes los socialistas y les mantiene en "una crisis de nervios".
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