Los árbitros de baloncesto están dispuestos a declararse en huelga y paralizar la Liga
Los 32 árbitros de la Primera División de baloncesto están dispuestos a declararse hoy en huelga durante una o dos jornadas de Liga. La causa descansa en la sanción de dos partidos que impuso el juez único de la Asociación de Clubes (ACB), Luis Tena, al árbitro Víctor Mas por no reflejar en el acta de un Barcelona-Madrid que el jugador Romay recibió el impacto de una moneda lanzada por un espectador. "Durante esta temporada se han producido 95 fallos y la sanción más grave ha recaído en un árbitro. Es una grave discriminación", asegura el presidente de los colegiados, Ángel Sancha.
Los clubes parecen impotentes para detener la huelga. "Si se suspenden dos jornadas, las consecuencias afectarán a las vacaciones de los jugadores o al programa de entrenamiento de la selección española", declaró el comisionado de la ACB, Eduardo Portela. "No hay fechas disponibles para recuperar esas dos jornadas", añadió.Los árbitros de baloncesto, un colectivo especialmente solidario en torno a la figura de su presidente, Angel Sancha, quien lleva 14 años en el cargo, se reunirán hoy para decidir si acuden a su primera huelga. Sin embargo, no estarán todos los implicados sino una representación de cinco árbitros (Fajardo, Betancort, Arencibia, Sanchís y Monjas o Herrera) y el presidente. Los cinco en cuestión no poseen otra representatividad que la de haber sido convocados a la reunión por el presidente Sancha. El resto de los colegiados enviará su voto por algún medio no del todo aclarado. Sancha manifestó que ningún árbitro había delegado en él su voto.
Los colegiados se proponen discutir dos medidas de presión: una, declararse en huelga para la próxima jornada (en la que casualmente se celebra el Real Madrid-Barcelona); dos, someterse a la misma sanción que el juez único impuso a su colega Víctor Mas, es decir dos partidos. La postura mayoritaria, según fuentes del colegio de árbitros, se inclina por esta segunda medida, lo que paralizaría la competición durante al menos dos semanas. La única solución que proponen los colegiados para evitar la huelga es la de que el juez único aplique el reglamento de sanciones de la federación, que es mucho más duro con los jugadores, los entrenadores y los directivos.
"Los árbitros hemos sido agredidos, insultados y vejados y, después de 38 jornadas, nadie ha sido sancionado gravemente", argumenta el presidente Sancha. "Han existido escenas de violencia en algunas canchas que no han sido castigadas. Las sanciones más duras no han pasado de un partido de suspensión, y resulta que a un colegiado que no señaló una circunstancia en el acta se le castiga con dos partidos".
No es la primera ocasión en la que los árbitros españoles toman medidas unilaterales de presión. Hace tres temporadas, y a raíz de unos incidentes en Lugo, en la cancha del Breogán, los colegiados tomaron una medida singular: no dirigir al Breogán. El conflicto duró una jornada, pero los árbitros cumplieron su amenaza.
La ACB, según su comisionado, Eduardo Portela, no puede evitar el conflicto. "Si los árbitros se ponen en huelga no podremos evitarlo, pero es imposible llegar a un acuerdo sobre la sanción a Víctor Mas. Tiene que cumplirla, porque de lo contrario podríamos asistir a una huelga de entrenadores, de jugadores o de algún club por desacuerdo con alguna sanción". Por otro lado, la sanción a Mas es firme desde antes del comienzo de la Copa del Rey, pero el presidente de los colegiados, Sancha, le ha seguido designando para dirigir partidos. "Es un hecho irregular, porque se trata de un acto de indisciplina. Este colegiado tenía que haber cumplido ya la sanción, dice Portela.
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