Núñez fue advertido del alto riesgo de intervenir en la asamblea

Dos ejecutivos de un gabinete de imagen dictaron una serie de normas a Josep Lluís Núñez, el presidente del Barcelona, para que las siguiese durante la asamblea de socios compromisarios desarrollada el pasado martes, según confirmaron fuentes de la empresa asesora. En ellas se le advertía del alto riesgo que correría si intervenía en ella apoyando la subida de las cuotas.Los expertos, que mantuvieron diversas reuniones con el dirigente barcelonista, establecieron una normativa en la que se explicaba cuál debía ser el comportamiento de Núñez según transcurriera la asamblea.

Ambos asesores recomendaron al presidente azulgraña que atendiera la petición de que las votaciones fueran secretas, y no a mano alzada, a la vez que señalaban que el resultado de la votación secreta revelaría la orientación de voto de los compromisarios en el asunto del incremento de las cuotas.

Recomendaron a Núñez que recalcara a los directivos del Barcelona que debían intervenir en la asamblea que la junta tiene el máximo respeto por la voluntad del socio y por el funcionamiento democrático de la institución y que estas afirmaciones tenían que ser rotundas.

En la serie de normas que entregaron a Núñez, los dos ejecutivos del gabinete de Imagen informaron al presidente azulgrana de que, en su opinión, sería el blanco preferido de los compromisarios de la oposición, pero que no debía polemizar, sino adoptar una actitud constructiva, y que no Interviniera en la asamblea si no lo consideraba absolutamente imprescindible y que, en todo caso, lo hiciera después de a votación.

"Cierta Impopularidad"

Ambos asesores insistían en e redactado de su informe en que la intervención de Núñez en la asamblea implicaba "un altísimo riesgo" y debía conocer que su actitud le procuraría "cierta impopularidad", aunque garantizase, si el resultado era positivo, "lo estabilidad del club".Se recordaba también al presidente barcelonista que esta alternativa sólo debía utilizarla en el caso de que la votación se pudiera dar por perdida y según hubiera sido la indicación orientativa del resultado del voto secreto.

Una estrategia recomendada por los asesores de Núñez era que el presidente barcelonista retirase la propuesta de aumento de cuotas y anunciara otro presupuesto preparado expresamente sin contar con los ingresos provenientes del incremento de la aportación social, aunque la misma, según los dos ejecutivos, ofrecería una imagen pública "de descontrol y de falta de entendimiento" que dañaría al club".

En las normas se le decía a Núñez: "La revisión de lo publicado en los medios de comunicación en las pasadas elecciones hace suponer que, tras la asamblea, intentarán destacar una imagen crispada del presidente, por lo que le recordamos el altísimo riesgo de una intervención personal a favor del incremento de cuotas".