Un contrato en peligro

El contrato que la Liga Profesional firmó el pasado 20 de julio con la empresa Promoción del Deporte, filial de Dorna, por la venta de los derechos de televisión de ésta y las cuatro próximas temporadas, por importe de 19. 100 millones de pesetas, corre peligro. Demasiados intereses económicos están en juego, sobre todo cuando algunos clubes parecen considerar que es posible, ahora mismo, ganar más dinero con la televisión 19.100 millones parece poca cantidad. La estrategia parece encaminada, por distintos conductos, a renegociar dicho contrato o, simplemente, a encontrar excusas para romperlo.Los derechos de televisión de estos partidos fueron revendidos a su vez a las cadenas autonómicas por 20.500 millones. TVE rechazó compartir esa cifra por considerarla desorbitada. Sin embargo, meses después comenzó una guerra entre las televisiones públicas, con las cadenas privadas al acecho, y algunos clubes. Las primeras consecuencias las está pagando la federación, sancionada por la UEFA con 110 millones de pesetas.

Según el contrato firmado con Promoción del Deporte, los partidos televisados se venden en exclusiva para todo el mundo a las televisiones autonómicas, que no necesitan autorización alguna para ofrecerlos en diferido a otros países. Las televisiones autonómicas insisten en que no han incumplido el contrato. Y nadie ha contestado a este argumento.

Pero ello no ha despejado la polémica. Jesús Gil, presidente del Atletico de Madrid, ha lle-gado a ser muy tajante: "Los contratos que se conciben mal, acaban abortándose". Y ahí parece estar la cuestión de este nuevo conflicto. Así, el presidente del Atlético de Madrid, uno de los pocos clubes que no vendió su publicidad estática a Dorna, ha encargado a sus abogados un estudio de rentabilidad del contrato en vigor. Gil insiste ahora en que otra empresa, Univisión, presentó una oferta más rentable que la de Promoción del Deporte. TVE, por otro lado, también cuenta con sus armas en esta guerra: los contratos unilaterales, más que ventajosos, firmados con Real Madrid (2.500 millones de pesetas por tres años a cambio de los partidos europeos y el baloncesto), el Barcelona (1.008 millones por nueve partidos europeos y su retransmisión sólo para Catalufía), el Atlético de Madrid (500 millones por cinco partidos europeos) y la selección española (2.000 millones por dos años).

La situación, por tanto, parece abierta y recuerda circunstancias que parecían olvidadas, decisiones tales como impedir el acceso de cámaras a los estadios.