_
_
_
_

Un 'loco de Dios'

Fuad Alí Salah, el hombre que hizo temblar a París

Durante casi un año, Fuad Alí Salah hizo temblar a los habitantes de París. De hecho, envió a 13 de ellos al cementerio y a más de 250 a los hospitales. Ahora, este hombre pequeño de talla, pálido y barbudo, en cuyos ojos, cuando no brilla la fe, se lee una insondable tristeza, contempla sin miedo ni remordimiento la posibilidad de pasar el resto de sus días entre rejas. Fuad Alí Salah es un loco de dios, uno de los huérfanos del imam Jomeini.

Cuando la policía francesa le detuvo, en rnarzo de 1987, Fuad Alí Salah intentó negar su participación en la ola de atentados con explosivos que el año anterior había ensangrentado las calles de París. Dijo que las dos pistolas ametralladoras encontradas en su casa habían sido compradas para defenderse del "racismo antiárabe y antimusulmán imperante en Francia".Pronto, sin embargo, Fuad Alí Salah abandonó esa actitud. Renunció a tener un abogado, se proclamó prisionero de "la guerra entre Occidente y el Islam", se confesó militante del Partido de Dios -el movimiento terrorista proirani- y, pasó a las amenazas: "El Partido de Dios os aplastará. Preparad vuestros féretros, porque os traeremos la muerte en bandeja de plata".

El pasado lunes, cuando el presidente del tribunal correccional parisiense que le juzga le preguntó su nombre, Fuad Alí Salah respondió: "Me llamo Muerte a Occidente", lo que le valió la inmediata expulsión de la sala.

Fuad Alí Salah no es un tipo que hable en vano, y las autorldades francesas toman muy en serio sus siniestros augurios. Sobre todo desde que el pasado otoño la policía española descubrió en Valencia un barco cargado con 200 kilos de explosivos procedentes de Líbano y, al parecer, destinados a hacer saltar por los aires nuevos lugares públicos de la capital francesa.

La personalidad de Fuad Alí Salah da el perfecto retrato robot del loco de Dios.- un musulmán de origen humilde, un desarraigado social y culturalmente, que ha encontrado en la revolución islámica iraní la ideología que le permite explicar su papel en este mundo. Sobre una base de rencor hacia el lujo, la insolencia y el racismo de Occidente; a partir de un temperamento que uno de sus próximos ha calificado de "maligno, autoritario y carismático", Fuad Alí Salah se convirtió a mediados de los años ochenta en el líder de un grupo clandestino de tunecinos, marroquíes y libaneses emigrantes en Francia, listos para pasar a la acción directa.

Ese grupo, según las investigaciones de la policía francesa, fue el responsable del terrorismo ciego que sacudió París entre diciembre de 1985 y septiembre de 1986, con un total de 15 atentados con explosivos reivindicados en Beirut o la capital francesa por un hasta entonces desconocido Comité de Solidaridad con los Presos Políticos Árabes.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

En un colegio católico

Fuad Alí Salah nació en 1958 en París, en el seno de una familia de emigrantes tunecinos que regresó a su país de origen cuando el futuro loco de Dios tenía dos años. Efectuó sus estudios primarios en una escuela católica de la medina de Túnez, la de los Padres Blancos, de la que no parece guardar un grato recuerdo. A los 14 años volvió a París, acompañando a su madre, gravemente enferma de cáncer. Meses después, tras la muerte en un hospital parisiense de su madre, Fuad Alí Salah regresó a Túnez.Ya nunca volvería a seguir estudios regulares ni tampoco tendría jamás un trabajo fijo. Aún adolescente, Fuad Alí Salah descubrió el islam en Túnez, en un círculo clandestino de los Hermanos Musulmanes. Más tarde, al poco del estallido de la revolución iraní, viajó a la patria del imam Jomeini, y allí, en una escuela teológica de la ciudad sagrada de Qom, se convirtió a la rama shií del islam.

Entonces, por tercera vez en su vida, volvió a pisar París, esta vez convertido en un predicador que largaba enfebrecidas arengas frente al Beaubourg o en las puertas de las mezquitas. Fuad Alí Salah se casó con una musulmana francesa y se ganó la vida como vendedor ambulante de frutas y verduras en el metro. Fue en ese período cuando comenzó a organizar el grupo terrorista que se presentaría a finales de 1985 como Comité de Solidaridad con los Presos Políticos Árabes.

Si los atentados en París se detuvieron en septiembre de 1986 fue sólo por falta de explosivos, afirma la policía francesa. Y fue precisamente en plena operación de reaprovislonamiento cuando los investigadores pudieron encontrar el cabo definitivo de la red de Fuad Alí Salah. La liebre la levantó la policía alemana al detener en Francfort al shií libanés Mohamed Alí Hamade con nitrato de metilo en botellas de arak, un licor anisado muy popular en Oriente Próximo. En la agenda de Hamade había un número de teléfono de París con la indicación "Alí el tunecino". Era el de Fuad Alí Salah.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_