La barandilla está inquieta

Las bolsas han registrado una ligera reacción positiva en la que el dinero que se mueve a corto plazo ha tenido mucho que ver. Ya el pasado jueves se tomaron algunas posiciones en aquellos valores que reúnen un par de características básicas, como son la liquidez y el haber sufrido un fuerte recorte en las últimas semanas. En la jornada de ayer fueron, precisamente, estos valores los que consiguieron superar su síndrome internacional a base de un dinero especulativo y una ausencia de papel bastante notable. Como contraste queda el resto del mercado, cuyas cotizaciones apenas se han movido debido a la ausencia de expectativas de rebote a corto plazo. Este dinero, tan selectivo como volátil, no parece tener la fuerza suficiente para variar la trayectoria del mercado, sobre todo si se atiende a las cifras alcanzadas por la contratación.El estreno de Banesto en el mercado continuo se saldó con un recorte de 215 pesetas y un volumen de negocio de 55.000 títulos, cantidad muy superior a la que se contrataba en la caja cada día, pero que iguala la media diaria en la que están incluidas las aplicaciones. Este recorte hizo que el sector bancario fuera el único que no mejoró por la tarde, cuando Wall Street realizó una apertura ligeramente alcista que obligó a cambiar sobre la marcha el equilibrio entre papel y dinero en las bolsas españolas. Los recortes posteriores del mercado norteamericano no tuvieron cabida en estas plazas por cuestión de horario, pero es de suponer que frenarán la actividad a corto plazo.