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El Supremo revisó la sentencia que condenó a muerte al dirigente comunista Julián Grimau

El pleno de la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo estudió ayer en vista pública el recurso de revisión presentado por el fiscal del Estado, Javier Moscoso, contra la sentencia del consejo de guerra que condenó a muerte en 1963 al dirigente comunista Julián Grimau.

El motivo fundamental de este recurso interpuesto casi 27 años después de la ejecución de Grimau es que ninguno de los miembros que formaban el consejo de guerra que dictó la condena tenía la condición de licenciado en Derecho.Las leyes franquistas vigentes en aquel momento exigían que al menos uno de los integrantes del consejo de guerra, el vocal jurídico, que hacía las funciones de ponente, tenía que ser abogado. El comandante jurídico del Ejército Manuel Fernández Martín -fallecido en 1982- intervino en aquel consejo de guerra como vocal ponente del tribunal militar y no era licenciado en Derecho.

Precisamente Fernández Martín fue condenado por el Consejo Supremo de Justicia Militar el 22 de septiembre de 1966, tres años después de la ejecución de Grimau, como autor de un delito de usurpación de funciones y uso indebido del uniforme militar. La pena impuesta fue de año y medio de prisión. El falso comandante Jurídico consiguió su empleo tras jurar por su honor que era licenciado en Derecho, extremo que no era cierto pues nunca había obtenido ese título. El impostor se había hecho pasar por médico con anterioridad, y durante tres años fue procurador de las Cortes franquistas y uno de los padres de la ley de creación del Tribunal de Orden Público.

La viuda de Grimau, Ángela Martínez Lanzaco, había intentado en varias ocasiones, sin éxito, que se revisase el proceso contra su marido, en un intento de rehabilitar su nombre. En junio, Javier Moscoso accedió a apoyar las pretensiones de la viuda de Grimau, porque a su entender no se trata de revisar el pasado, sino del hecho objetivo de que el consejo de guerra por el que se condenó a muerte a Grimau era nulo.

Inocencia

El recurso fue defendido por el teniente fiscal del Supremo, Cándido Conde Pumpido, quien destacó que el tribunal que juzgó a Grimau no era legítimo y que no dictó una sentencia, sino la apariencia de una sentencia, por lo que la naturaleza de la misma es de nulidad absoluta. Conde insistió en que la condena no fue válida, por lo que no se destruyó la presunción de inocencia del dirigente comunista.El fiscal especificó que no existió prevaricación (dictar a sabiendas resolución injusta) en la actuación de los miembros del tribunal del caso Grimau, porque ninguno de ellos conocía que Fernández Martín no era abogado, y consiguientemente no podían denunciar el hecho. "No se puede devolver la vida, pero sí reponer la presunción de inocencia y reparar el daño moral sufrido", dijo Conde, quien concluyó: "Si no se admite el recurso sería como condenar de nuevo a Julián Grimau".

El abogado de la familia, José Antonio Sanz Grasa, apoyó las tesis expuestas por el fiscal y dijo, que existen hechos nuevos que evidencian la inocencia o no culpabilidad de Grimau.

En el caso de que el recurso prospere, lo que en fuentes jurídicas se considera muy probable, el Supremo declarará nula la sentencia, lo que daría lugar a que el Estado fuera declarado responsable civil y la viuda podría tener derecho a una indemnización.

Jullán Grimau fue condenado el 18 de abril de 1963 por supuestos crímenes de guerra y rebelión militar continuada, y fusilado en la madrugada del día 20. Era miembro del Comité Central del Partido Comunista de España y había sido detenido en noviembre de 1962.

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