Reacción técnica de manual
Los mercados disfrutaron en la jornada de ayer de la típica reacción técnica que llega después de los recortes, aunque otra vez las Bolsas españolas han vuelto a mostrar sus dificultades para incorporarse a cualquier movimiento ajeno a su entorno. Tokio y Wall Street frenaron en sus caídas, pero la mayoría de los analistas considera que este paréntesis no goza de la credibilidad necesaria, ya que todos los factores que dieron paso a su apertura continúan vigentes. El volumen negociado también incidía en ese sentido, lo cual dejaba pendiente de la reacción de Nueva York la posible duración de esta mejoría.Los valores que consiguieron cambiar su trayectoria fueron muy pocos y, más que a la entrada de dinero, hay que achacarle a la retirada de papel el cambio ambiental que vivió el mercado. Los valores bancarios, que últimamente marcan la pauta de la bolsa, consiguieron unas mejoras aún mejores que las de los grupos industriales. El papel siguió presente y sólo el Santander logró, entre los grandes, traducir en una subida el cambio de tono de sus operaciones. Las aplicaciones fueron en esta ocasión mucho menores que en días anteriores y, en general, se limitaron al grupo Torras, Uralita y algunas sociedades eléctricas, lo que va a contribuir a que el volumen de esta sesión registre una baja sustancial respecto a las precedentes. La apertura de Wall Street, muy moderada pero descendente, no ayudó a solucionar los problemas pendientes, es decir, que para esta mañana se van a mantener las mismas dudas.
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