La asamblea arbitral pidió la continuidad de Plaza
La asamblea arbitral, en la reunión informativa que celebró ayer en un hotel madrileño, pidió a José Plaza, presidente de los árbitros, que siga en su cargo a pesar del anuncio de su dimisión irrevocable para el 6 de mayo. Algunos asambleístas solicitaron además que, si dimite en esa fecha, se presente a la reelección. Plaza se mantuvo firme en su decisión, aunque dijo que se siente con fuerzas para cumplir los dos años más que le restan en el cargo y otro mandato más. Varios árbitros pidieron la dimisión de Ángel María Villar, presidente de la Federación.
La reunión resultó una loa continua a Plaza, repleta de adhesiones inquebrantables. Sólo un árbitro, el catalán Albert Giménez, osó declararse opositor al poder arbitral. El internacional Urízar Azpitarte intentó matizar su posición, luego de que había. manifestado que pediría la excedencia: "No soy de la oposición, pero sí crítico". Urízar arbitrara el domingo el Atlético-Valencia "porque Brito Arceo no ha sido sancionado y Plaza ha rectificado".Plaza, después de pedir disculpas "por mis desafortunadas declaraciones sobre Brito Arceo, que ni yo mismo me las creí después de oirlas", inició sin más dilación su ataque: "No me parece lógico que Villar reciba hace unos días a cinco árbitros y unos cuantos señores. ¿Por qué no está aquí? Le hemos invitado". Villar negó ayer esta invitación.
Plaza citó uno por uno a los principales artífices de la oposición. Se refirió, por ejemplo, a Pés Perez, sin citar su nombre. "Tampoco está aquí. Andújar ya le cantó unas cuantas verdades". De Caetano Bueno, dijo: "Tiene la lengua muy suelta. En la liquidación de un partido nos cargó parte de sus gastos de hotel y de una cena con un amigo". Y de Jacinto de Sosa, al que catalogó como capitán, caudillo y lugarteniente, dijo: "Es el perdedor de siempre. Se ha llevado todos los guantazos, hasta del Tribunal Supremo, adonde llevó una reclamación".Ejemplo de Panamá
Plaza había creado ambiente y los asambleístas pudieron iniciar el capítulo de adhesiones. "Todo el mundo quiere meter mano en el arbitraje", dijo el presidente del colegio navarro, Javier Lorente. Un árbitro andaluz de Segunda B, Navarro Cascales, lanzó el primer lamento: "No queremos que se vaya. Queremos un presidente, y ése es usted".
Múltiples fueron las peticiones para que Plaza continuara. "Como Felipe González dimitió para presentarse a la reelección, Plaza tiene que hacer lo mismo", lanzó José de la Teja, presidente del colegio cántabro. El árbitro asturiano Díaz Vega se atrevió a criticar engañosamente a Plaza: "¿Por qué pide la dimisión sin consultar a la asamblea?. Nos deja desprotegidos". Esteban Hernández, presidente del colegio de Las Palmas, comparó la situación arbitral a la vivida hace días en Panamá: "Esto va a ser peor. La Liga Profesional ya anunciado que quiere intervenir en el control del arbitraje".Un árbitro, el catalán Vico Díaz, puso el dedo en la llaga. "Señor Plaza, ¿estaría en condiciones de asumir la decisión de la asamblea?". "Tengo fuerzas suficientes para seguir en el cargo los dos años que me queden e incluso un nuevo mandato. Pero he pasado momentos muy difíciles. Estuve a punto de ir a la cárcel cuando Guruceta fue sancionado. Acabo de romper un cajón de anónimos y amenazas porque no me cabían más. Bastante martirio llevo con esas cochinas palabras que dije sobre Brito", respondió el presidente.
Las adhesiones a Plaza se tornaron peticiones de dimisión para Villar. Mazorra Freire abrió el frente: "Está incumpliendo sus promesas electorales y nos ha colocado policías en las comisiones arbitrales", opinión que ratificó Calvo Córdoba. Andújar Oliver, aplaudido antes de hablar, dijo en plan mitinero: "Villar nos está haciendo mucho daño'.
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