Congreso de la extrema derecha de Alemania Occidental para preparar la campaña electoral

El líder de la extrema derecha de la República Federal de Alemania (RFA), Franz Schónhuber, acusó ayer de mentiroso al presidente de la comunidad judía de Alemania, Heinz Galinski, en el congreso del partido Republikaner, celebrado en la pequeña localidad bávara de Rosenheim, para lanzar su campaña ante las elecciones de diciembre.

Schórihuber acusó a Galisnki de haberse sumado a la opinión de quienes temen un resurgir neonazi en la República Democrática Alemana (RDA) y tuvo asimismo palabras más críticas para con el aliado bávaro de la cristiano-demo-cracia, la CSU, de la que él había formado parte en el pasado.El congreso transcurrió sin incidentes, pese a que por la mañana tuvo lugar una contramanifestación organizada por la extrema izquierda. La presencia policial era muy numerosa, con helicópteros que sobrevolaron la ciudad durante todo el día.

La mediocridad absoluta de todos los ponentes, hace destacar en sobremanera la figura de Schórihuber, un político hábil, con grandes dotes oratorias y que emplea sin ningún recato la demagogia más simplista, pero que es tremendamente efectivo. Schónhuber, que en un tiempo tuvo un programa de televisión muy popular en la RFA y que se contaba entre los mejores colaboradores- del desaparecido Franz Josef Strauss, rompió con la CSU a principios de la década pasada después de que publicara un 1ibro en el que contaba sus experiencias como oficial de las Waffen SS hitlerianas.

Su venganza está empezando a tomar forma, especialmente en Baviera, donde, desaparecido Strauss, podría alcanzar más de un 15% de los votos desplazando a los democristianos del poder. Ayer, precisamente, atacó a su ex partido acusándolo de haber mantenido estrechas relaciones de amistad con Alexander Schalek-Golodkowski, el experto en finanzas de la RDA que ha sido recientemente liberado de prisión en Berlín occidental después de haber escapado de su país perseguido por fraude y tráfico de armas y divisas.

La clientela de los Republikaner presente ayer en Rosenheim, no cuadra con el estereotipo habitual de un neonazi militante. Se trata más bien de miembros de las clases medias bajas, funcionarios, también muchos jóvenes -según Schónhuber un 60% de su militancia tiene menos de 30 años- y un gran número de resentidos a quienes su líder alimenta con teorías xenófobas que atribuyen todos los males del país a la inmigración.

La reunificación alemana era el centro del programa de los reps y podía resumirse en una gran pancarta situada sobre la presidencia. "Alemania, una sola patria", decía, con el añadido de que los seguidores de Schórihuber admiten su intención es recuperar las fronteras de 1937, arrebatándole a Polonia una cuarta parte de su territorio.