La CIA y el diablo
John Landis, saboreando todavía las mieles por el éxito de Cuando llega la noche, no pudo contener su vena de aciertos en la comedia y se dispuso con Dan Aykroyd -actor y guionista habitual de sus últimos filmes- a preparar su siguiente trabajo. Para Espías como nosotros no se conformó con el aval de Aykroyd y el suyo propio; integró en el reparto a Chevy Chase. Ambos actores eran entonces una de las parejas cómicas más famosas gracias a la popularidad obtenida por su programa televisivo Saturda nigth live. En el cine, ésta era la primera vez que trabajaban juntos.De esta forma, Landis reunió para esta comedia a la élite del género y consiguió situarla entre las 15 más taquilleras del año en Estados Unidos. Austin y Emmet son dos funcionarios honestos que quieren jugar a espías. Sin embargo, son utilizados como hombres de paja Pero su vitalidad y capacidad para complicar las cosas entre la CIA y el KGB dificultan la misión del verdadero equipo de espias que comanda Karem -papel que interpreta la bella actriz Donna Dison.
El inigualable trabajo de Chase y Aykroyd se vierte en una comedia de enredo y equíl vocos repleta de ingeniosos gags, aunque algunos en ocasiones rayan la vulgaridad. Landis, más que satirizar sobre la época de la guerra fría, aprovecha el argumento para construír sutiles caricaturas sobre las fantasías del pueblo americano. A través de la bufonada constante y la sátira burlesca logra divertir al espectador.
No obstante, los éxitos de Landis y Aykroyd en Granujas a todo ritmo, Entre pillos anda el juego, Cazafantasmas y otras fueron superiores al de Espias como nosotros, que, aunque tiene esa calidad narrativa y fimpieza visual tan propia del director, no convence plenamente a causa de un guión mal estructurado que funciona basándose en sabrosos pero inconexos sketchs. Esto empaña la brillantez de sus otros filmes.
Incubus es un extraño título referente a una entidad diabólica que provoca el pánico en una pequeña localidad. John Cassavetes, un experimentado actor en temas de mistcrio, protagoniza esta espeluznante fantasía que John Hugh -conocido por La isla del tesoro y La montana embrujada- resuelve con acierto técnico.
Se trata de un producto pensado para explotar el éxito que a comienzos de los ochenta habían logrado las películas que basaron su intriga, en los poderes sobrenaturales que atormentan a los débiles mortales.
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