Un par al quiebro
El mercado de valores madrileño, cual ruedo, vivió ayer una discreta faena que, si bien no entusiasmó a los entendidos, sí proporcionó a los habituales una muestra de cómo banderillear al, quiebro. Las apreciables subidas de: principio de semana, que llevaron al índice general por encima del 300% con escasos volúmenes de contratación y el apoyo de la coyuntura bursátil internacional, se revelaron, tras dos sesiones más calmadas, como un espejismo tras el que ha aparecido la desconfianza y la falta de una tendencia clara. No obstante, la apreciable altura alcanzada por un buen puñado de valores ha servido para efectuar un rápido movimiento de toma de plusvalías que ha provocado la pérdida del 300% con fuertes recortes en sectores como el constructor y el químico y textil. En la sesión de ayer el dinero estuvo ausente y sólo apareció para valores industriales muy concretos. El sector bancario volvió a dar muestras de debilidad con recortes en la mayor parte de las entidades, en algunos casos de entidad, y un volumen de negocio inferior al de la jornada precedente. En la jornada de tarde, el mercado, continuo, en el que en el último minuto se negociaron 300.000 títulos de Fecsa, sólo sirvió para restar centésimas al índice general. Con un volumen de contratación moderado, el enfriamiento de los mercados internacionales y la caída del dólar han sido elementos que han tirado a la baja de los cambios de los valores americanos, con giran peso en el indicador general. Se ha acabado la operación maquillaje.
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