_
_
_
_
Crítica:CINE EN TELEMADRID
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Un robot para matar en un producto sin valor

Revivir a las grandes estrellas de la pantalla acostumbra a ser uno de los escasos atractivos de los videocines que cada martes programa Telemadrid, con más pena que gloria. Pero, en ocasiones, como en Prototipo, la ausencia de grandes figuras en el reparto resta interés a un espacio que no ha logrado una verdadera identidad en la programación, puesto que los productos que se emiten son heterogéneos y, en general, sin ningún valor cualitativo.Retornando en 1983 la moda de la ficción científica, esta producción norteamericana dirigida por David Greene e interpretada en los principales papeles por Christopher Plummer, David Morse, Frances Sternhagen, James Sutorios y Arthur Hill, arranca del clásico esquema del anciano doctor que ha dedicado buena parte de su vida y su sabiduría a la creación de un robot, un humanoide que se convierte en una máquina tan perfecta que es capaz de decidir su propio destino. Otra vez el viejo y trillado mito de Frankenstein, del monstruo que se escapa del control de su creador, abordado desde la perspectiva de la moderna robótica, de las máquinas pensantes.

La solución del argumento no discurre en este caso por la vía del terror, sino, por la del género policiaco y la trama de intriga, una vez que 2VR -el robot- es raptado por los militares con intenciones de programarlo para funciones de guerra.

De nuevo el bien y el mal enfrentados como en una vieja película de James Bond. Todos los esfuerzos del sabio trabajando en favor de la humanidad se pueden convertir en un arma contra ella por esta máquina de guerra programada para matar.

Nada nuevo ni original aporta este telefilme, realizado al amparo del éxito de los clásicos del género a la saga de los robots.

Ni siquiera sus protagonistas han sido figuras relevantes en la pantalla. Únicamente la trayectoria de Cristopher Plummer, un actor de gran experiencia en Broadway y sobresaliente por sus papeles de aristócrata -uno de los actores que mejor llevaba el uniforme-, puede despertar cierto interés.

Fueron sus apariciones en La caída del Imperio Romano y Sonrisas y lágrimas las únicas que le reportaron fama. Junto a él, Arthur Hill, otro canadiense con más experiencia de actor radiofónico y de teatro -al que dedicó 50 años de su vida- que cinematográfica.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_