Dimite el presidente de balonmano por irregularidades en su contabilidad
Roberto Tendero, presidente de la Federación Española de Balonmano, presentó ayer su dimisión en una carta enviada al secretario de Estado para el Deporte, Javier Gómez-Navarro. "Entiendo que mi gestión en la federación no ha sido buena y, por tanto, lo mejor es que me vaya", aseguró Tendero. Esta federación tiene una deuda acumulada de 230 millones de pesetas, y su balance de cuentas ha sido investigado en las últimas semanas por el Ministerio de Hacienda a petición del Consejo Superior de Deportes (CSD), que consideró que había una cantidad de 47,5 millones de pesetas mal justificada. Antes de esta inspección, y como primer paso, el CSD solicitó el cese del gerente, Antonio García Zamorano.
Los graves problemas económicos de la Federación de Balonmano y las irregularidades en sus balances han sido el detonante que ha causado la dimisión de Tendero, que ya adelantó hace algunas fechas, cuando el CSD comenzó a investigar sus cuentas. "Está claro que mi gestión no ha sido la adecuada, y, aunque no sea una postura muy habitual entre los dirigentes del deporte español, yo he decidido reconocer mis errores y marcharme", dijo Tendero y añadió: "Me equivoqué al pensar que podía hacer muchas cosas por el balonmano, y no me di cuenta, de que las estructuras del deporte no están en consonancia con lo que yo quería hacer".
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Sobre las irregularidades descubiertas en su gestión, Tendero explicó: "Durante unos días, cuando se descubrieron los problemas en la federación, seguí en mi cargo, para aclarar los asuntos pendientes pero desde el primer momento dejé claro que no tenía ninguna intención de continuar, y no he hecho, por tanto, nada más que cumplir mi palabra".El hasta ahora presidente de la federación negó que hubiera recibido presiones para presentar su dimisión, y, señaló que comunicó su decisión por carta tanto al secretario de Estado para el Deporte, Javier Gómez-Navarro, como al director general, Rafael Cortés Elvira.
Tendero ha pedido al vicrepresidente primero de la Federación de Balonmano, Javier Loinaz, ahora máximo responsable de ésta, que convoque inmediatamente elecciones "para que el balonmano español pueda seguir funcionando".
Fue en los últimos días del mes de septiembre cuando el CSD concedió un plazo de 15 días al gerente de la Federación de Balonmano, Antonio García Zamorano, para que justificase unos gastos de 100 millones de pesetas correspondientes a la auditoría de 1988. Pero fue en abril cuando este organismo ya tuvo noticias del resultado negativo de la inspección, cuyo presupuesto el año pasado era de 500 millones de pesetas, de los que 100 no estaban justificados. Después de diversos llamamientos, el CSD instó a García Zamorano a que justificase en el plazo de 15 días esta cantidad, al considerarle responsable directo de la gestión económica.
El CSD suspendió a la vez cautelarmente el pago de la subvención correspondiente a este año, y solicitó al Ministerio de Hacienda que abriera una investigación.
Posteriormente, Rafael Cortes Elvira, director general de Deportes, una vez estudiadas las alegaciones presentadas por la Federación de Balonmano, declaró: "Una vez que se ha cumplido el plazo, a nuestro juicio hay una cantidad de 47,5 millones de pesetas que está mal justificada".
Según Cortes Elvira, entre los 47,5 millones mal justificados se encontraban 22 millones que pertenecían a las federaciones territoriales, otros 17 millones que se imputan al ejercicio de 1987 cuando son de 1988, y faltaban otros ocho millones en concepto de billetes de viaje sin detallar.
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