Antonio Romero Ruiz,

parlamentario andaluz de Izquierda Unida, figura en la edición de 1990 del Libro Guinness de los récords como el político que más tiempo ha esperado -por cierto sin éxito- una respuesta a la interpelación que formulara ante su Cámara: exactamente cuatro años. Romero Ruiz es uno de los 12 nombres de personas o lugares de la provincia de Málaga incluidos en la nueva edición del Guinness, que se presentó el pasado viernes en esa capital andaluza. Han merecido esa mención en el libro de los récords realidades tan variadas como la estalactita de la cueva de Nerja, por ser la más larga del mundo, con sus 60 metros de altura; la laguna de Fuente de Piedra, como la mayor de las no desecadas, con su 14 kilómetros cuadrados de extensión, y el hotel más caro de los que existen: la suite royal de Marbella Dinamar en Puerto Banús, que cuesta medio millón de pesetas por noche, IVA no incluido. Pero, pese a todas esta proezas, no es Málaga la provincia con más récords dignos de figurar en este libro de excesos. Le gana Cádiz, con 19 nominaciones, entre las que se incluye el golfo más grande, el faro de mayor altura, el taconeo flamenco más rápido del mundo y el Parlamento más antiguo. También Córdoba ha sido incluido por poseer la mayor cantidad de días soleados al año.