Indios en Almería

Jane Fonda, Donald Sutherland, Peter Boyle y John Savage son los protagonistas de Material americano. No son unos intérpretes cualesquiera y, sin embargo, se embarcaron en un producto secundario motivados por un excéntrico argumento que era de su agrado. Aporta ron a la película su calidad de actores; conscientes de su rebeldía y militancia personal contra el sistema prestaron también voluntariamente su imagen, sin apenas remuneración económica, para encarnar a los estrafalarios personajes de esta historia que tiene por protagonistas a unos inadaptados, unos fuera de la ley que llevan al límite sus fechorías y enfrentamientos contra el orden establecido.El triunfo final del bandolerismo sobre la ineficacia policial es un colorario consecuente de esta tópica comedia que Alan Myerson no supo resolver articulando la trama dignamente La película se le escapó por el planteamiento irracional de la aventura y los exagerados efectos de persecuciones automovilísticas.

Como película de actores lo más atractivo es el interesante reparto. Para Jane Fonda, que acababa de ser oscarizada por Klute, la película era una posibilidad de continuar su periplo de protestas contra la alineación americana, en favor del pacifismo y en defensa de formas de vida marginales. Para Donald Sutherland su papel era una continuidad del estrafalario loco que había interpretado en MASH. Peter Boyle también había sido un loco genial en Una pandilla de lunáticos y participado en productos con intenciones tan desmitificadoras como El jovencito Frankesten.

No es de más calidad El séptimo de caballería. Sin los nombres de Mónica Randall y Eduardo Fajardo en el reparto se prestaría al equívoco, como si se, tratara de una película sobre el far-west. Sin embargo, es un spagheti-western que simula que los sudistas cruzan Wichita y que el mayor Petterson debe llegar a México cuando en realidad se encuentra en escenarios españoles. Está rodada íntegramente en Almería en una década, la de los sesenta, con la que hasta los directores niediterráneos americanizaban sus nombres para estos pseudo-westerns: detrás de Herbert Martin, director de la película, se oculta Eugenlo Martín, un oportunista que tiene algunos títullos curiosos, como Pánico en el transiberiano. Edrnund Purdom había sido digno protagonista de filmes americanos del género, pero en plena decadencia era un feliz protagonista de estas producciones secundarias.