Más peligrosa que ellos

La frase del título es el eslogan que utilizaron lor productores para el lanzamiento comercial de Modesty Blaise, superagente femenino. Joseph Losey, el director, no estaba de acuerdo con esa campaña publicitaria que pretendía promocionar la película como una versión femenina de James Bond. Tampoco deseaba ridiculizarel género ni hacer "un Bond que acabara con James Bond", como llegó a declarar desesperadamente ante la incomprensión de su película por parte de la crítica.Modesty Blaise no pretendía continuar o perpetuar la serie. Losey aspiraba simplemente a realizar una película de humor que provocara risas y al mismo tiempo denunciara la falsa amoralidad de las películas del agente 007 y la escasa calidad de las mismas como productos de cine. Fue su toque personal y su ambición intelectual las que traicionaron sus objetivos al servirse de la puesta en escena de un cómic para contar otras historias más profundas.

Se le reprochó haber rodado una película que violara el espíritu del género, que desviara un cómic hacia la problemática se xual e identidad de los héroes que basara la invulnerabialidad de la pareja (Modesty -Monica Vitti- y Willie Garvin Terence Stamp-) en la ausencia. de relaciones sexuales, y que ellos mismos se regocijen de esto cuando lo cantan con aire de comedia musical.

Justamente cuestiona aquellos aspectos que Jaines Bond tenía claramente resueltos al revés, y los amoríos que le servían para conseguir finalmente sus propósitos.

Modesty, superagente aventurera, sofisticada y con mucho sentido del amor surgió para ser modela de la pluma de Peter O'Donnell. Po steriorin ente, Jim Oldaway la dibujó para el cómic. Losey, al llevarla al cine, convirtió en ficción científica pura la magia con que los autores caracterizaron al personaje. El hizo de Modesty un controvertido personaje pop.

El problema fue que al servirse de una estética pop, que en general significa una descontextualización de la conclucta habitual de los personajes y la utilización de una parafernalia decorativa, se le exigía del tratamiento profundo quii le había encumbrado en otros temas como El sirviente, Patria y rey o Ceremonia secreta; Joseph Losey no supo, sin erribargo, renunciar.

El filme se presentó en el Festival de Cannes de 1966 y fue calificado como una de las películas más discutidas del director.