El intercambio de insultos y descalicaciones predomina en la campaña electoral gallega
Los líderes de Izquierda Unida (IU), Julio Anguita, y del Centro Democrático y Social (CDS), Adolfo Suárez, se incorporan hoy a la campaña en Galicia, cuando está a punto de cumplirse una semana desde el inicio de la actividad electoral autonómica. Los primeros días de campaña se han caracterizado por la ausencia de debate político y el intercambio de insultos y descaliricaciones entre los diferentes candidatos.
José María Aznar también apoyará a partir de mañana la candidatura de Manuel Fraga, del Partido Popular (PP), a la presidencia de la Xunta, mientras los socialistas preparan el desembarco de varios ministros y de destacados miembros de la ejecutiva federal del PSOE.Anguita y Suárez permanecerán en Galicia hasta el final de la campaña junto con los aspirantes a la presidencia de la Xunta de sus respectivos partidos, el dirigente de Esquerda Unida -versión gallega de la coalición que encabeza el PCE- Anxel Guerreiro, y el centrista Jesús Osorio. Ninguna de las dos formaciones tenía representación en el anterior Parlamento autónomo, aunque las encuestas conceden posibilidades al CDS de obtener entre dos y cuatro escaños, y a Esquerda Unida, uno, el del propio Guerreiro, que encabeza la lista por La Coruña.
Aznar acompañará a Fraga hasta el mitin final del PP, el día 15 en Vigo. Junto a Aznar llegarán a Santiago de Compostela varias decenas de militantes conservadores de Valencia que organizarán diversos actos folclóricos, como el reparto de naranjas en la vía pública o una gran paella en homenaje a Fraga.
Los socialistas contarán la próxima semana con el apoyo del vicepresidente, Alfonso Guerra, durante dos días. Hasta entonces, el PSOE ha previsto un goteo constante de ministros y destacados miembros de la ejecutiva federal para subrayar el mensaje de su eslogan Galicia con poder. Mañana se incorporará el titular de Justicia, Enrique Múgica, al que seguirán en días sucesivos el responsable de Educación, Javier Solana; el de Industria, Claudio Aranzadi; el de Interior, José Luis Corcuera, y la de Asuntos Sociales, Matilde Fernández. También está prevista la participación de otros altos cargos del Gobierno, como el director general de Empleo, Alvaro Espina, o la directora del Instituto de la Mujer, Carlota Bustelo, y del secretario de organización, Txiki Benegas.
Pasado franquista
Los insultos y las descalificaciones entre los candidatos de los dos principales partidos han sido la constante desde el inicio de la actividad electoral, el pasado día 1. Como ya se había anunciado, el PSOE recurre habitualmente al pasado franquista de Fraga, al que el número uno de la candidatura socialista por Pontevedra, Alfredo Conde, acusó el pasado martes de ser "el hombre que explicó al mundo la ejecución de Julián Grimau". El líder conservador tampoco ha reparado en calificativos, y ha acusado a González Laxe de haberse sometido a "un trasplante de cerebro", sufrir "pequeñez mental" y ser "un pipiolo indocumentado".El único contacto directo de González Laxe con los ciudadanos es su participación en un mitin diario, en contraste con los recorridos agotadores de Fraga que, pese a mostrar evidentes síntomas de cansancio, visita cinco o seis pueblos cada día.
El resto de los partidos, principalmente los nacionalistas, se esfuerzan en romper la bipolarización entre el PSOE y el Partido Popular. Las mejores expectativas son para el Bloque Nacionalista Galego (BNG), que según algunas encuestas podría situarse incluso como la tercera fuerza política si se confirma el hipotético desastre del galleguismo moderado de Coalición Galega (CG) y el Partido Nacionalista Galego (PNG).
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