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Tortas en la 'jaula'

Adarraga y Codina, los dos mejores jugadores españoles, mantienen una ardua polémica

Robert Álvarez

Agustín Adarraga y Alberto Codina, los dos mejores jugadores españoles, son los protagonistas de la curiosa historia que conmociona el mundo del squash y que está empezando a hacer leyenda. Cuentan quienes han tenido el privilegio de verlos enfrentados que su rivalidad está llegando a cotas apasionantes. Todo empezó hace dos meses cuando, tras una serie de polémicos sucesos, ambos abandonaron la pista mientras disputaban la final del Open Caixa Barcelona. En el Club Bonasport se vivió el domingo el último capítulo del duelo que acabó con la victoria de Adarraga por 3-1.

Adarraga, jugador número 22 de la clasificación mundial, que reaparecía después de seis meses de convalecencia tras haber sufrido un grave accidente de automóvil, se quejó en aquella final -celebrada el día de la festividad de la Mercé en el squash Barcelona- de que su contrincante le golpeaba con la raqueta."Tenía un miedo terrible a que Codina me pegara en la cabeza", recuerda; "yo todavía padecía las secuelas del accidente y los médicos me habían recomendado que evitara los golpes. Codina, que tiene un swing muy amplio y agresivo, me rozó varias veces".

Las versiones sobre lo sucedido son contradictorias. Fernando Roger, juez árbitro y 20º jugador español, dijo que Adarraga no tuvo suficientes motivos para abandonar la pista y tal vez tomó esa determinación "porque no estaba en su forma ideal y notaba en exceso la presión, aunque es cierto que Codina, que procede del tenis, hace un molinete muy grande antes de golpear la pelota".

La polémica aumentó cuando Adarraga, tras pedir la sustitución del árbitro, dejó la pista. Codina lo interpretó como un abandono del partido por parte de su adversario, por lo que a su vez se retiró al vestuario. Después de varios minutos de discusiones, y cuando todo parecía solucionado, fue Codina quien se negó a volver a la pista.

Roger explica que no es normal que existan tantos problemas como los que se suscitan en los partidos que disputan Ádarraga y Codina, "a pesar de que este deporte se disputa en una jaula de reducidas dimensiones [una habitación cerrada por sus cuatro lados, de 9,75 metros de largo por 6,40 metros de ancho] y a veces es inevitable que los jugadores se molesten, choquen entre sí y eventualmente incluso se golpeen involuntariamente".

El reencuentro

Adarraga y Codina volvieron a encontrarse el domingo en una final, la del Masters Rank Xerox. Tenían, dicen, ganas de cruzar sus raquetas en esa curiosa habitación acristalada. Y volvió a desatarse la polémica. Ya antes de empezar, fueron precisas varias reuniones para decidir quién iba a ser el juez árbitro encargado de dirigir la final. Santiago Nieto, árbitro y seleccionador español que cuenta con ambos jugadores para formar el equipo nacional, fue finalmente el elegido.Los nervios y las discusiones se desataron desde el primer punto. Nieto tuvo que advertir a ambos jugadores numerosas veces. Los dos se hartaron de pedir let (repetición del punto a causa de la obstrucción del rival).

El partido fue vibrante y muy igualado, especialmente en el segundo y tercer sets, y duró cerca de dos horas en las que Adarraga y Codina mantuvieron una tenaz lucha por dominar el centro de la pista. Los parciales finales fueron: 9-3, 8-10, 9-6 y 9-4.

Codina, muy conservador durante el desarrollo de los primeros puntos, demostró, pese a la derrota, que cada vez está más cerca del nivel de Adarraga, como el número uno español reconoció. El juego fue brillante pese a los trucos y artimañas que ambos utilizaron y a pesar de las constantes interrupciones del juego.

La final se había presentado, en determinados sectores, como un duelo por la supremacía de squash español entre un madrileño, semiextranjero, y un catalán Tras recibir el premio, Adarraga nacido en Australia y residente en Madrid, dijo al público: "Mi madre es catalana, que mi padre e vasco, que me siento totalmente español y que si nací en Australia fue un simple accidente".

A pesar de todos los problemas durante la final, el momento culminante fue cuando los do jugadores se saludaron en u gesto que alguien calificó como "el abrazo de Vergara". Pero y esperan el próximo duelo.

Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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