Absuelto de parricidio, tras lanzarse al vacío con un bebé en los brazos

La sala de lo Penal de Granada ha absuelto de un delito de parricidio en grado de frustración a Antonio Santiago Cortés, de 23 años, que en agosto de 1988 se lanzó al vacío desde un tercer piso llevando consigo a su hija de tres años, a quien provocó heridas graves que tardaron 30 días en curar.La sentencia considera que la conducta de Antonio Santiago no sólo era psicopática, sino que además había sufrido una mutación anímica a consecuencia de haber consumido "alguna droga no identificada".

Los hechos ocurrieron el 1 de agosto de 1988. Diez días antes, Antonio Santiago había desaparecido del domicilio que compartía con Isabel Cortés, con quien tenía dos hijos. Según se supo después, Santiago se marchó con una joven que identifica como la hippie". En su compañía tomó algún tipo de droga que le provocó un transtorno psíquico. Según testificó su companera, cuando regresó a su casa, Antonio dio muestras de intranquilidad, unas veces aseguraba ser "el rey de la Mafia" y otras "el Cristo de los Favores", magen pública de gran devocion en Granada.

Cuando Isabel Cortés decidió llevarle al médico, Antonio cambió de idea y corrió hasta su casa, donde se encontraba su hija Elisabeth, de tres años. Con ella abrazada se lanzó al vacío.