'La hora 25'

22.50 - TVE-2 (113 minutos).El actor Anthony Quinn llegó a las pantallas literalmente haciendo el indio. Concretamente cheyene en Buffalo Bill, de Cecil B. de Mille. Sus rasgos atípicos, sin embargo, le impelieron a acariciar todas las posibles variantes de la fauna humana y ser creíble en todas ellas.

Así, al correr de los años, Quinn, entre otras caracterizaciones, sería chino en Island of lost men, cubano en El castillo maldito, torero en Sangre y arena, árabe en Ruta de Marruecos, Eufemio Zapata en Viva Zapata, marino portugués en El mundo en sus manos, Zampanó en La Strada, Atila en Hombre o demonio, Gauguin en El loco de pelo rojo, Quasimodo en Nuestra Señora de París, esquimal en Los dientes del diablo, griego en Los cañones de Navarone, Barrabás en Barrabás, Auda Abu Tayi en Lawrence de Arabia, guardia civil español en ... Y llegó el día de la venganza, Kiril I, el sumo pontífice de Las sandalias del pescador, etcétera.

Claro está que casi todos estos ejemplos se multiplican en su filmografia, una cascada de indios, moros, griegos y mexicanos sin cesar. Actor norteamericano, Anthony Quinn también ha sido a veces norteamericano en las películas. Nos hemos guardado a posta un rumano, el rumano de La hora 25, una película dirigida en 1967 por el francés Henri Verneufl a partir de una novela de éxito de Virgil Gheorghiu, ambientada en la II guerra mundial y centrada en los sufrimientos de un campesino arrancado de la familia para servir al ejército.

Dramón de aquí te espero y excelente ocasión para que Quinn luzca sus excesos, su enorme catálogo de gestos, su sobreactuación, Pese a todo siempre convincente. Poco más de sí da esta coproducción franco-italo-yugoeslava, a no ser las nota bles composiciones de Gregoire Aslan, Michael Redgrave, Serge Reggiani y Marcel Dalio.