La muerte de un ejecutivo junto a Pachá, aclarada porque garabateó la matrícula del coche de su presunto asesino

Una simple anotación, correspondiente a la matrícula de un coche, ha sido la pieza clave para aclarar la muerte de Jaime Caro Pino, de 44 años, directivo de una empresa de informática, que falleció el día 2 tras recibir una paliza. Un ex relaciones públicas de un famoso local de reunión de yuppies ha sido detenido como presunto autor del hecho. El detonante del homicidio fue una disputa suscitada cuando la novia del supuesto agresor recriminó a Jaime Caro que orinara en la calle y éste le respondió con una frase soez.

Jaime Caro, distribuidor de ordenadores de la marca IBM, falleció el pasado día 2 en el hospital de La Paz a causa de politraumatismo y una grave hemorragia interna provocada por la fractura de varias costillas. El día anterior, Caro fue recogido en la discoteca Pachá, en la plaza de Barceló, por un amigo al que contó que había sido agredido por tres desconocidos en un aparcamiento cercano.En uno de los bolsillos de la ropa de Jaime Caro fue encontrada una tarjeta de visita en la que éste había garabateado la matrícula de un automóvil. El Grupo de Homicidios de la Brigada Judicial comprobó que dicha matrícula correspondía a un coche perteneciente a una persona que reside en la urbanización El Soto de la Moraleja, en Alcobendas. El turismo era conducido habitualmente por una de las hijas del dueño.

La policía decidió mostrar una foto de la citada muchacha en locales nocturnos. Hasta que los empleados de la discoteca Archy, de la calle del Marqués de Riscal, la reconocieron como clienta habitual, junto con su novio, Juan Antonio Concha Álvarez, de 33 años Los gerentes del local añadieron que el fallecido Jaime Caro solía acudir allí con asiduidad.

Juan Antonio Concha se enteró después, a través de su novia, de que estaba siendo buscado por la policía y decidió telefonear a un amigo del Servicio Central de Estupefacientes para preguntarle si sabía por qué andaban tras él sus compañeros del Grupo de Homicidios. El agente le recomendó que se entregase.

Juan Antonio Concha, ex relaciones públicas de la discoteca Oh! Madrid, reconoció que en la madrugada del día 1 había mantenido con un desconocido una pelea en la calle de Fortuny, cerca de la discoteca Archy. Explicó que él y su novia vieron a un hombre que estaba orinando en un árbol. La chica hizo "un comentario intrascendente" sobre la conducta del incívico ciudadano, quien profirió contra ella palabras malsonantes, llegando a decir "te voy a meter esto por la boca", refiriéndose a sus genitales.

La mediación de un vigilante

Concha ha declarado que se lanzó contra Jaime Caro y le golpeó hasta derribarle. Después, según el detenido, él y su novia continuaron su camino. Pero Caro se levantó del suelo y se suscitó una nueva pelea muy violenta, que terminó cuando medió un vigilante jurado que a esa hora prestaba servicio en una empresa próxima.La pareja de novios subió a un coche y se alejó. Pero Jaime Caro, pese a que estaba aturdido por los golpes y patadas recibidos, logró ver la matrícula del turismo y anotó la numeración en una tarjeta de visita.

Caro, directivo de la empresa de informática Orange, cogió después su Mercedes y fue a la discoteca Pachá, en la plaza de Barceló, donde contó a su amigo Pancho que había sido atacado por tres desconocidos en un aparcamiento subterráneo próximo. Sin embargo, la policía asegura que Caro mintió, puesto que el incidente no ocurrió en dicho lugar, sino en la calle de Fortuny.

El directivo empresarial empezó a sentirse mal a las cinco de la madrugada, por lo que su amigo le tumbó en los asientos posteriores del Mercedes. Ambos fueron luego a la discoteca Complot, en la calle de Menéndez Pelayo, pero Jaime Caro estaba insconsciente y no llegó a bajar del automóvil. Horas después ingresó en el hospital de La Paz, donde murió al día siguiente.