Asturiana de Zinc inicia hoy un plan de inversiones en sus líneas de producción
Asturiana de Zinc (AZSA) iniciará hoy un ambicioso plan de inversiones en su factoría de San Juan de Nieva, en Asturias, que le permitirá convertirse, en mayo de 1991, en uno de los dos más importantes productores mundiales de zinc. AZSA invertirá hasta esa fecha 12.000 millones de pesetas, en la sustitución de su actual planta de electrolisis por dos nuevos módulos de producción, así como en la modemización de otras instalaciones anexas, lo que le permitirá incrementar su capacidad productiva en 100.000 toneladas anuales. De este modo, la compañía alcanzará, al final del periodo de inversiones, una capacidad de producción de 320.000 toneladas al año.La modernización de las instalaciones productivas permitirá a Asturiana de Zinc mejorar su competitividad, equiparándola a la de los más importantes productores mundiales en su sector y superando a sus competidores europeos, así como reducir sus costes energéticos.Para garantizar la disponibilidad de materia prima que permita incrementar la producción en las cifras previstas, el presidente de la compañía, Francisco Javier Sitges, alcanzó, meses atrás, un acuerdo de suministro con la empresa minera canadiense, Curragh Resurces, quien a su vez ha suscrito un 20% del capital de la empresa asturiana, participada mayoritariamente por el Banco Español de Crédito (Banesto). AZSA, propietaria de la mina de Reocín, en Santander, está invirtiendo por su parte 3.000 millones de pesetas este año en investigación minera, que se suman a los 2.200 invertidos en el ejercicio anterior.
A punto de vender
AZSA, perteneciente al grupo industrial de Banesto, estuvo a punto de ser vendida, al igual que otros activos industriales del banco, durante el mandato de López de Letona. Las negociaciones quedaron finalmente interrumpidas con el nombramiento de Mario Conde como máximo mandatario de la entidad. Desde entonces la compañía asturiana ha protagonizado una espectacular mejora de sus resultados, recuperando la rentabilidad en 1988, tras dos años de pérdidas.En 1988 obtuvo unos beneficios de 8.215 millones de pesetas, y al fin del primer semestre de este año lleva acumulados unos resultados positivos de 8.044 millones. La mejora de la cotización del dólar, el aumento de la demanda mundial de zinc, el mantemiento del precio de este metal y el recorte de la factura energética de AZSA, tras haber negociado con la Administración una tarifa reducida, posibilitaron el vuelco de la tendencia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.