La libra, en su nivel más bajo desde agosto de 1987

La atención de los inversores se centró ayer de nuevo en la libra esterlina, cuya cotización descendió fuertemente por segundo día consecutivo, hasta situarse a 2,95 marcos, es decir, el nivel más bajo desde agosto de 1987.

Si bien el descenso de la divisa británica está justificado por las incertidumbres respecto a la inflación y el déficit comercial, la caída ha sido excesiva, con lo que podría producirse en los próximos días una ligera recuperación, siempre y cuando el canciller Lawson sea capaz de insuflar confianza a los inversores mediante sus intervenciones en la conferencia del partido conservador que empezó ayer.

Los analistas consideran que la divisa británica cuenta con un buen nivel de soporte en torno a los 2,93 marcos, nivel que, de ser atravesado, señalaría un descenso hasta 2,85 marcos. El extremado sentimiento bajista que mantienen los inversores hacia la libra no ha podido ser contrarrestado por las constantes intervenciones del Banco de Inglaterra que acudió ayer en tres ocasiones en ayuda de su divisa.

Un factor, no obstante, que mitigó en parte la acusada debilidad de la libra fueron los comentarios del presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, en los que ponía de manifiesto su opinión de que no es conveniente en la actualidad relajar la dura postura antiinflacionista en EE UU. Tales declaraciones hicieron desaparecer el optimismo existente respecto a un inmediato descenso de los tipos de interés en ese país.

Asimismo, el mercado de bonos norteamericano se hizo eco de las declaraciones de Greenspan, con lo que se atenuaron las alzas registradas a principio de la semana. La Bolsa de Nueva York, mientras, cerró con un ligero recorte de 6,08 puntos, lo que coloca su índice Dow Jones en el 2.785,33.