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El dólar sorprende a los bancos centrales con una nueva subida contra todo pronóstico

El dólar sorprendió ayer a los bancos centrales con una nueva subida de su cotización en los principales mercados financieros. Ni la subida de tipos de interés de los países europeos ni una muy baja creación de empleo en Estados Unidos ni la intervención coordinada de los bancos centrales de los países industrializados consiguieron ayer frenar su escalada alcista. La estabilidad de cambios, mientras, fue la tónica entre las divisas europeas. La peseta no cedió frente a monedas fuertes como el marco tras el aumento de los tipos en la RFA; sólo perdió valor frente a la divisa norteamericana.

Todas las iniciativas desplegadas para conseguir una depreciación del dólar chocaron ayer con una fortísima demanda en los mercados internacionales hasta lograr el efecto contrarío al deseado: una mayor apreciación de la divisa norteamericana, que estuvo cerca de la barrera de los dos marcos.Estas iniciativas empezaron con la venta masiva de dólares por parte del Banco de Japón. El resultado de esa primera intervención, que provocó un momentáneo descenso de la divisa norteamericana, se repitió luego en los mercados europeos y norteamericanos. Ello permitió a los operadores comprar más barato tras la intervención.

El Banco de España también colaboró en este freno colectivo a la apreciación de la divisa norteamericana. Con ese mismo objetivo, vendieron dólares, además de la Reserva Federal, los bancos centrales de Reino Unido, Francia, Italia, Suiza, Austria, Canadá y España. Sin embargo, el resultado fue contrario a lo esperado. En el mercado de divisas de Londres prácticamente todas las monedas europeas perdieron valor frente al dólar. En Madrid, mientras, el billete verde superó las 120 pesetas, con una apreciación del 0,6%.

Fortaleza de la peseta

La peseta, sin embargo, no mostró ningún resquicio de debilidad frente al marco alemán tras la subida de tipos de interés que llevó a cabo el Bundesbank. El efecto esperado de esa subida generalizada de tipos de interés habría sido un debilitamiento de la peseta frente a las monedas europeas que ahora son más rentables, y en especial frente el marco. La reducción de la distancia entre el nivel de tipos de interés de España con Europa facilitará un respiro a las intervenciones de las autoridades españolas pero también aplaza la rebaja de los intereses en nuestro país.El previsible debilitamiento de la peseta no ha sido respaldado por los hechos. Los expertos esperaban que la disminución del diferencial de intereses entre España y la RFA reduciría la presión alcista de la peseta, que se está moviendo en la banda alta del SME respecto al marco. Ese efecto no se produjo al apreciarse nuestra divisa frente a la moneda germana para cerrar a 63,41 marcos.

La depreciación de la peseta, sí se produjo, en línea con la mayor parte de las monedas de los países industriales, en su cotización frente al dólar.

Esta fortaleza de la divisa de Estados Unidos ha sido justificada por los expertos por dos motivos básicos: los bancos centrales han forzado demasiado a la baja la cotización del billete verde, con lo que es previsible que se recupere con un mercado menos intervenido, y comienzan a producirse síntomas del deseado enfriamiento (soft landing) en Estados Unidos.

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