El mejor Marlowe
El sueño eterno (The big sleep) es sin ningún lugar a dudas, la mejor de cuantas películas se han realizado con Philip Marlowe de protagonista, que son pocas. Es, también, una de las mas embrolladas, aunque nadie podrá objetar que la claridad de la intriga sea necesaria y sí en cambio habrá quien aplaudirá la confusión, pues ha de haberla imprescindiblemente en esa espesa red de personajes, de violencia, de corrupción, de maldad, de falsas apariencias y verdaderas paradojas.
Howard Hawks, su director -a partir de un guión modélico, en el que colaboraron Leigh Brackett, Jules Furthman y William Faulkner-, no se detiene en pormenores, no interrumpe la acción para subrayar datos -y hay incluso una acécdota, quién sabe si apócrifa, que cuenta que un buen día Hawks. no supo responder a una duda de alguien sobre el autor de un asesinato en la película: está claro que le importaba un bledo el argumento y mucho los personajes y sus circunstanciasy se lanza a fondo en el regístro de psicologías, en la atmósfera malévola y, principalmente, en la silueta de ese gran Humphrey Bogart-Marlowe, en su soledad, en su ética y honestidad, su humor irónico como antídoto social.
El blanco y negro de El sueño eterno otorga, como todos los grandes títulos de cine negro, una densidad moral a la historia, o amoral mejor. Ni que decir tiene que si el coloreado de películas es siempre un elemento distorsionador de su respiración ética, en el caso de El sueño eterno su práctica no puede hacer otra cosa. que anularla definitivamente como obra maestra que es; se parecerá tanto al film de Hawks que todos conocimos como Marcelino, pan y vino se parece a Loca academia de policía.
El sueño eterno se emite, a las 22.20, por TVE 1.
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