Directivos del Barcelona acusan a la plantilla de no querer subsanar las deficiencias tácticas de Cruyff

Un sector de la directiva del Barcelona considera que parte: de la crisis del equipo es culpa de los jugadores por no querer subsanar las deficiencias tácticas del entrenador, Johan Cruyff. La comisión delegada del club azulgrana se reunió ayer para estudiar los problemas. La tesis del presidente, Josep Lluís Núñez, es la de mantener a Cruyff en el cargo hasta que la situación se torne "insoportable" y sean los socios barcelonistas los que pidan su destitución. El técnico holandés mantuvo ayer una charla con sus jugadores antes del entrenamiento en la que se analizaron los errores del partido frente al Oviedo. Cruyff dijo a sus hombres que se sentía optimista con vistas al futuro.

Núñez y su junta directiva no tienen intención de tomar medidas drásticas, a pesar de la crisis evidente de juego que padece el equipo, tras ser derrotado en los dos desplazamientos de Liga y ante rivales, teóricamente, inferiores. El presidente azulgrana y sus colaboradores son conscientes de las deficiencias técnicas de Cruyff, pero no quieren tomar la responsabilidad de prescindir de él." La temporada pasada, todo el mundo dijo que era el mejor, que había limpiado el vestuario y que había puesto firmes a los directivos; pues bien, ahora ha de ser esa misma gente quien nos pida su destitución. No nos vamos a volver locos y que nadie olvide que todavía nos quedan tres años más al frente del club", manifestó ayer a este diario uno de los más directos colaboradores de Núñez que ya ve la Liga como algo inalcanzable porque "en el mes de octubre estaremos a ocho puntos del Real Madrid y a lo mejor hasta estamos eliminados de la Recopa".

A pesar de no creer en Cruyff, la tesis de algunos de los directivos barcelonistas es que, además, los jugadores no quieren subsanar las deficiencias técnicas y tácticas de su entrenador. "No es normal lo que pasó el sábado en Oviedo. Zubizarreta rechazó el lanzamiento del penalti y nadie se movió para despejar el balón. Muchos jugadores dieron excesivos pases al contrario y algunos ni siquiera eso", comentó a EL PAÍS uno de esos directivos.

"Entendemos", continuó el mismo directivo, "que pueden estar mal preparados irisicamente, incluso que vayan despistados por el campo por culpa de tanto cambio de jugadores o de tácticas extrañas, pero no vemos en ellos ningún tipo de reacción".

Para estos directivos, los jugadores del Barcelona deberían imitar a los de Real Madrid que, en la pasada temporada tenían un mal entrenador [Leo Beenhakker], pero antes de los partidos se reunían solos; preparaban la táctica y, encima, ganaban". Según este sector de colaboradores de Núñez, "la culpa no es sólo del entrenador sino de todos los jugador-es, que quizá salgan en los próximos días con el cuento de que están descontentos porque todavía no se ha arreglado el terna de las primas".

Silencio en la plantilia

Ningún jugador de la plantilla sacó a relucir ayer el terria y todos se mostraron cautelosos en sus declaraciones. "Hay que empezar de cero otra vez, reflexionar mucho y salir del. bache porque está claro que no se nos ha olvidado jugar al fútbol", dijo Bakero, que mantuvo una conversación con Cruyff sobre su estado flisico y sobre la posibilidad de reaparecer lo antes posible, aunque el delantero vasco ha dejado muy claro que "yo no soy la solución a todos los males".

En parecidos términos se expresó Julio Alberto, que prefirió no comentar nada sobre los temas conflictivos ni tampoco respondió a la pregunta de si se podía salir adelante con el mismo entrenador. "No quiero hablar de según qué cosas", manifestó el defensa, "porque después se malinterpretan mis palabras, pero tengo muy claro que el remedio está entre nosotros".

Y es que la plantilla azulgrana prefiere esperar acontecimientos, aunque está convencida de que su entrenador prepara su huida millonaria del club.

"Está claro que los jugadores no tienen confianza en Cruyff", manifestó uno de los técnicos del Barcelona consultados por este diario.

La estrategia de Núñez de mantener a Cruyff hasta que la presión ambiental no le pida su destitución no significa que el presidente azulgrana se haya olvidado de su posible recambio. Luis Aragonés sigue siendo el hombre "idóneo", según algunos directivos, para hacerse cargo del Barga.