La dirección del PSOE minimiza la disidencia de Damborenea
La dirección del PSOE restó ayer importancia a la constitución de una nueva corriente crítica en el seno del partido, anunciada por el ex dirigente socialista vizcaíno Ricardo García Damborenea en una carta abierta a Felipe González. La ejecutiva federal ni siquiera tiene previsto debatir el asunto a corto plazo, ya que en este momento "hay otras cosas que hacer", según su portavoz, Ana Miranda. Una aparente indiferencia fue también la reacción de la mayoría de los dirigentes socialistas de las comunidades autónomas con más peso. El secretario de los socialistas andaluces, Carlos Sanjuán, próximo a Alfonso Guerra, vaticinó incluso que no se tomarán medidas disciplinarias contra los críticos.La actitud más favorable fue la del portavoz de Izquierda Socialista, Manuel de la Rocha, que se mostró dispuesto a buscar 'fórmulas de entendimiento" con el nuevo grupo disidente de la dirección "si éste se consolida", con el objetivo de propiciar la ampliación del pluralismo en el seno del partido y forzar un giro en la política social y económica del Gobierno.
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