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La liga italiana comienza con el síndrome del Mundial 90

Este fin de semana la jet set del fútbol internacional vuelve a sus puestos de trabajo en la Liga italiana. Están obligados a ganarse la pasta en una campaña intensiva diseñada para despejar los campos italianos para finales de abril. El día 8 de junio de 1990 muchos de los mismos protagonistas volverán a los estadios italianos para disputar el Mundial.Ante una campaña tan cargado el presidente del Milán, Silvio Berlusconi, no ha dudado en volver a llenar su talonario de firmas y ceros para crear un Milán bis capaz de suplir con garantías a sus sobrecargadas figuras. Ha recuperado al centrocampista Massaro y al goleador Borgonovo, cedidos a Roma y Fiorentina respectivamente.

También han hecho acto de presencia en la ciudad deportiva de Milanello el portero Pazzagli (Ascoli), los defensas Carobbi (Fiorentina) y Pullo (Parma), los centrocampistas Salvatori (Fiorentina), Fuser (Torino), Stroppa y Verga (Parma) y el joven delantero Simone (Como).

Al otro lado de la capital lombarda, el Inter mantiene el bloque campeón de la liga pasada, con la incorporación del goleador Klinsmann, fichado al Stuttgart para formar triplete alemán con Mattháus y Brehme. Junto con Vúller y Berthold del Roma (que prescindió de sus brasileños Renato y Andrade tras tan sólo una temporada) forman el grupo europeo más numeroso entre los 51 futbolistas de importación. Los argentinos (11) y los brasileños (10) son los más populares hijos adoptivos del calcio.

El asalto al imperio milanés está encabezado por un Juventus que ha perdido a Cabrini (Bolonia), Altobelli (Ascoli) y Laudrup (Barcelona) y que ha reforzado su delantera con la compra al Messina de Schillaci, máximo goleador de la Serie B durante la temporada pasada. Después de un amago de marcha atrás con su soviético Zavarov, el equipo de Agnelli ha optado por la huida hacia delante con la adquisición de un segundo ruso, el centrocampista Aleinikov del Dinamo de Minsk. El cuadro de Zoff sigue, sin embargo, sin una bien definida personalidad.

Crisis de identidad también padece el Nápoles a causa de un Diego Armando Maradona alto de peso, bajo de moral, peleado con todo el mundo y aparentemente hastiado de fútbol, y aún de vacaciones en Argentina. La clarificación de su estado físico y anímico puede ser clave para las aspiraciones del cuadro napolitano, que esta temporada será entrenado por Bigon.

El Sampdoria de Boskov y Víctor ha buscado más garra en la zona ancha con el fichaje del yugoslavo Katanec al Stuttgart y, según Boskov, comienza la campaña bajo el lema ahora o nunca.

Si el calcio puede dividirse teóricamente entre cinco candidatos al título y 13 que juegan a no perder, las novedades más llamativas entre los modestos son la incorporación del brasileño Geovani al Bolonia; las del argentino Dertycia y el checo Kubik al Fiorentina; el pase del argentino Caniggia al Atlanta y la presencia del madridista Gallego en el Udinese.

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