Portland y Petrovic pagarán al Madrid millones de pesetas para que el yugoslavo juegue en la NBA

El Real Madrid llegó ayer a un acuerdo con el yugoslavo Drazen Petrovic y el Portland Trail Blazers para que el jugador pueda actuar definitivamente en el club de la N BA y no sea necesario solicitar el dictamen de la Corte de Oregón que debía producirse el jueves. Petrovic y Portland pagarán al Madrid 1,2 millones de dólares (144 millones de pesetas) y tendrá derecho a una primera opción para hacerse de nuevo con los servicios del jugador una vez si éste decide regresar a Europa. El club de la NBA se compromete también a jugar dos partidos contra el Madrid en España en un plazo de cuatro años. Mariano Jaquotot, vicepresidente de la entidad, se mostró muy satisfecho por el acuerdo, que calificó de "histórico".

¿Como no voy a estar contento con un acuerdo así?", declaró ayer telefónicamente a EL PAÍS desde Portland Mariano Jaquotot, vicepresidente primero del Real Madrid quien ha sido el encargado de llevar el caso Petrovic. "Ha sido muy ventajoso para el Madrid y me vuelvo a casa muy satisfecho después de largas y difíciles negociaciones", explicó Jaquotot El Real Madrid recibirá 54 millones de pesetas más de los 750.000 dólares (80 millones de pesetas) previstos en el contrato con el jugador yugoslavo en caso de ruptura indeseada y unilateral del contrato.El documento que Jaquoto firmó en nombre del Real Madrid se concluyó en la madruga da del ayer (hora de Portland) tras una noche de intensas negociaciones. La opción que el. Madrid tiene sobre Petrovic una vez que éste concluya su contrato con la NBA era algo insospechado hace unos días sobre todo tras la declaraciones del yugoslavo que dijo: "Sólo volveré a España de vacaciones". Sobre este derecho el vicpresidente del Madrid aclaró "No es, sorprendente que hayamos querido tener esta cláusula en el contrato. Por tenerla, de momento no nos pasa nada Luego si queremos o no ejecutarla es otra cosa".

Lo que sí parece muy probable es que Drazen Petrovic tendrá que volver a Madrid si los directivos del Portland consideran conveniente su presenci en los dos partidos que el equipo jugará en los próximos cuatro años en la cancha del club madrileño.

El acuerdo firmado ayer por ambas partes evita el juicio previsto para el jueves en la Corte de Oregón. Para llegar a él ha sido necesario una laboriosa negociación entre abogados: Kevin O'Cormell, por parte de Petrovic; José Luis Samper, por el Madrid y Jordi Bertomeu, asesor jurídico de la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB), además de los equipos jurídicos del Portland y de la NBA.

La versión facilitada por el Real Madrid es distinta a la ofrecida por un portavoz de la ACB, quien explicó a EL PAÍS que la resolución del caso había sido posible gracias a un acuerdo entre la ACB y la NBA. "Es un acuerdo entre ligas de obligado cumplimiento", dijo este portavoz, quien añadió, "pero si el Madrid ha dicho otra cosa ellos sabrán por qué".

Siete días

Fue hace siete días cuando Drazen Petrovic dejó sin previo aviso Madrid en una avión, a primera hora de la mañana, acompañado por su novia Renata y sin despedirse de nadie. Horas después el jugador yugoslavo aparecía en Portland junto al vicepresidente de los Trail Blazers, Bucky Bukwalter y poco más tarde se dejaba fotografiar con la camiseta del equipo de la NBA tras firmar un ventajoso contrato. Petrovic será jugador del Portland durante los próximos tres años, aunque el documento contempla también la posibilidad de aumentar a cuatro su permanencia en este equipo. Por cada año el yugoslavo cobrará un millón de dólares (120 millones de pesetas) lo que le convierte en el europeo mejor pagado de la NBA al superar en, términos económicos el acuerdo entre Sharunas Marchulenis y el Golden States, que paga al jugador soviético una cantidad algo inferior al millón de dólares.

Petrovic fue elegido por Portland en la tercera ronda del draft de la NBA en 1986. Su sueño, tras haber brillado en las canchas europeas, era jugar en la NBA. Nada más llegar a Portland, comentó: "Jugar en esta Liga es lo mejor que le puede ocurrir a un jugador de baloncesto".