Los principales equipos a excepción del Barcelona, ultiman esquemas defensivos en la pretemporada

A falta de 15 días para el comienzo de la Liga, los grandes ya tienen perfilados sus esquemas de juego. Las perspectivas para un aficionado que espere espectáculo y goles no son halagüeñas: los equipos de más alto presupuesto han reforzado sus sistemas defensivos, aunque haya una excepción, el Barcelona. Salvo Cruyff y su esquema con tres defensas, en el resto de formaciones se impone hasta un quinto defensa. En el Real Madrid, la preocupación de cada día descansa en que Schuster se afiance como líbero el Atlético es un equipo dispuesto a robar balones más que a meter goles; el Athlétic ha llegado a colocar, en un amistoso, a un delantero, Loren, como defensa central. Valencia y Sevilla sufren sequía de goles.

Javier Clemente, el polémico técnico del Atlético de Madrid, tiene una máxima que repite constantemente a sus jugadores: "Para ganar hay que mantener el empate a cero". Y el Atlético, que en los últimos años había carecido de una definida personalidad de juego, actúa ahora con una mentalidad defensiva, basada en una cobertura en línea escalonada y un pressing constante por todo el campo. Mientras Clemente cambia sus alineaciones para cada partido, la atención sobre su esquema táctico se centra en comprobar si obligará siempre a jugar al portugués Futre como delantero o bien le privará de la libertad de movimientos de que ha, gozado en los últimos tiempos. Con Clemente y su sistema también parece difícil que el brasileño Baltazar mantenga su, promedio de goles. Sin embargo, también será difícil marcarle goles a un Atlético que, previsiblemente, aburrirá en el Vicente Calderón pero liará mucho daño a sus rivales lejos de Madrid.

El problema Schuster

El Real Madrid apuesta por un esquema diferente pero no opuesto. John Benjamin Toshack trata de subsanar la debilidad defensiva del Madrid de los últimos tiempos, al parecer causante primordial de sus decepciones en la Copa de Europa. El técnico galés aplica el sistema que tan buen resultado le ha dado en la Real Sociedad; es decir, jugar con cinco defensas, de los que dos, los laterales, llegan a ejercer funciones de extremos, con el fin de implantar un sistema de presión hacia la evolución del rival y tener mejor resguardada la portería. Toshack se encuentra con la dificultad de armar un quinteto defensivo en el que dos de sus componentes, Hierro y Ruggieri, son nuevos y el tercero, Schuster, estrena demarcación.

Aparentemente, con Ruggeri y Hierro el Madrid parece haber solucionado una ya endémica debilidad defensiva en los balones aéreos, pero la gran incógnita del sistema se llama Schuster. El alemán todavía acusa defectos en su nueva demarcación: para algunos técnicos es lento y Poco expeditivo en el uno contra uno con un delantero y sometido a desempeñar el papel de último recurso. Por contra, la posición de Schuster despeja el centro del campo que, en manos del trio Michel Sanchis-Martín Vázquez, resulta más fluido, rápido, y mantiene intacta su vocación ofensiva.

La gran excepción a este espíritu defensivo que preside el comienzo de la Liga, parece ser el Barcelona. Cruyff ni siquiera se planteó al inicio de la pretemporada reforzar la zaga. Fichó a Koeman y Laudrup para aumentar la capacidad ofensiva de su equipo e incluso incorporó a jóvenes promesas -Onésimo, Geli y Almagro- que jamás han tenido mentalidad destructiva. Juega con sólo tres defensas y un guardameta que a veces debe ejercer las funciones de escobero, de líbero. Es decir, arriesga más que nadie.

A cierta distancia de los grandes se encuentran Valencia, Athlétic y Sevilla. El Athlétic ha reforzado la plantilla con costosas incorporaciones y, por el momento, ha dado visibles signos de mediocridad. Su técnico, Howard Kendall, sufre una plaga de lesiones, pero ha sido ya criticado por poner al delantero Loren de defensa central, tras haberle fichado por 300 millones.

Capítulo aparte es el Sevilla, que ha dado un giro importante en su esquema de juego al contratar al chileno Vicente Cantatore. Cantatore también quiere implantar su concepción defensiva del fútbol -juega con cinco zagueros-pero parece ser que se encuentra con dificultades para que sus hombres se adapten a un sistema que -exige sacrificio constante. En el Valencia, la sequía goleadora parece endémica; la pasada temporada fue tercero pero con sólo 39 goles en su haber. El fichaje del delantero brasileño Toni no ha funcionado y el fracaso en las gestiones para fichar otro delantero -el uruguayo Fonseca- han ocasionado un enfrentamiento entre al técnico Espárrago y parte de la directiva.