Los peligros de agosto
La semana pasada, millones de familias comenzaron sus tradicionales vacaciones de agosto a través de Europa e iniciaron así una desagradable y agotadora experiencia. El período vacacional de un mes empezó como siempre: largas filas de automóviles saliendo a torrentes de las grandes ciudades hacia el punto más lejano que la vista pudiera alcanzar.Los Gobiernos europeos han tratado durante años de persuadir a los veraneantes para que escalonaran sus vacaciones tomándolas en junio, en julio o en cualquier otro mes. Excepto en Alemania Occidental, el esfuerzo ha sido en vano. Los peligros de agosto no terminan cuando los viajeros llegan finalmente a su destino. En Francia ha habido monumentales atascos de tráfico, sequía, incendios forestales y playas contaminadas. En España, una epidemia de tifus. En Italia, los coches avanzaban lentamente por las costas de Amalfi y la Riviera a dos millas por hora. En las playas del Adriático, los hoteles más frecuentados estaban ocupados a la mitad de su capacidad, al tiempo que enormes máquinas apartaban montones de algas descompuestas de las playas.
Los veraneantes luchan contra todas las desventajas para disfrutar sus vacaciones anuales. Sin embargo, una cosa es cierta sobre esta penosa experiencia: millones de ellos volverán el próximo agosto a pasar de nuevo por todo ello.
13 de agosto
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