AT&T absorberá en 1993 un mercado de conmutación de Telefónica
AT&T Network Systems controlará en 1993 una cuota del 20% en el mercado español de conmutación pública, de acuerdo con las previsiones a medio plazo manejadas por Telefónica. Esta proyección supone una fuerte alteración del estado actual de proveedores con el que había venido operando Telefónica en las dos décadas pasadas. Durante los 20 últimos años, el mercado de Telefónica -uno de los estratégicos en el continente europeo- ha estado repartido exclusivamente entre Alcatel-Standard Eléctrica y LM Ericsson-Inteisa.
Si bien se trata de una proyección a medio plazo dentro de las fuertes inversiones presupuestadas por Telefónica, la cuota de mercado estimada para AT&T supone, de hecho, la consolidación de la multinacional norteamericana como suministradora de equipos de conmutación y transmisión electrónica en España. AT&T-Network Systems, filial del gigante norteamericano de las telecomunicaciones, ha conseguido introducirse en 1989 dentro del mercado cautivo de Telefónica con la contratación de 35.000 líneas, que representan el 1,5% de las compras presupuestadas por el monopolio en los cuatro principales segmentos de la industria de telecomunicaciones, como son la conmutación, transmisión, fuerza y radio. En 1990, el plan de compras recientemente firmado por Telefónica con sus suministradores concede a AT&T una participación del 8,7%, correspondiente a un total de 244.924 líneas digitales del sistema ESS-5. El importe de estas entregas supondrá para la empresa suministradora unos ingresos de 19.715 millones de pesetas.
La entrada del tercer suministrador va a implicar un descenso en la posición relativa que tanto la multinacional francesa Alcatel- Standard Eléctrica como la compañía sueca LM Ericsson-Intelsa han venido adquiriendo en los últimos años. El próximo ejercicio, la empresa gala reducirá su participación en casi cinco puntos, desde el 57,5% contabilizado en 1989 hasta el 52,8%. La evolución de los datos es mucho más significativa si se tiene en cuenta que hace sólo tres años Alcatel controlaba una cuota del 73%. A su vez, Intelsa también bajará su participación desde el 41% de este año a un 38,5% al término de 1990. La filial española de la multinacional escandinava alcanzó en 1988 su techo histórico en el mercado de Telefónica con una participación del 44%.
La tendencia de crecimiento que registrará AT&T en los próximos cuatro años seguirá motivando el descenso paulatino de los dos fabricantes de líneas dentro de la tarta de Telefónica, de tal forma que en 1993, Alcatel tendrá un peso relativo del 45% en el mercado de conmutación pública, quedando LM Ericsson con tan sólo un 35%.
18 millones de líneas en 1993
En un principio, la caída de una y otra compañía será mitigada por el enorme crecimiento de las inversiones previstas por Telefónica, que ascenderán a cerca de 2,5 billones de pesetas durante el próximo cuatrienio. Según las previsiones de la compañía que preside Cándido Velázquez-Gaztelu, a principios de 1993 la red telefónica española dispondrá de 18 millones de líneas instaladas, de las que 16 millones serán líneas en servicio. Actualmente la red cuenta con 13,5 millones de líneas instaladas, de las que 12 millones son operativas. Con estas perspectivas se puede asegurar que durante los próximos cuatros años "habrá mercado para todos", tal y como ha asegurado el presidente de Telefónica. Sin embargo, a partir de 1992, y una vez ajustada la capacidad de oferta del monopolio a las necesidades de la demanda telefónica, es muy posible que tanto Standard Eléctrica como Intelsa empiecen a resentirse de la convivencia con ese tercero en discordia que representa AT&T para sus intereses en España.
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