La selección española falló en 17 de las 20 pruebas de la Copa de Europa
Un análisis comparativo de los resultados obtenidos por la selección española en la Copa de Europa las dos ediciones en que ha competido en la Primera División refleja que ha habido una regresión en 17 de las 20 pruebas del programa. Sólo en 400 metros, con Cayetano Cornet; altura, con Arturo Ortiz, y 4x400 puede hablarse de mejora.
La selección que compitió en Gateshead (Inglaterra) contó con nueve atletas que ya habían defendido la permanencia hace dos años. Arques (100 metros), González (1.500), Alonso (400 vallas), Vara (peso), Martínez (disco) y Jimeno (martillo) tuvieron peor actuación que entonces, Sala (110 vallas) y Corgos (longitud) la igualaron y Ortiz pasó del sexto puesto al quinto.Entre las caras nuevas del equipo, únicamente se puede hablar de mejora en el caso de Cornet porque fue tercero y ganó tres puestos sobre la actuación de Sánchez hace dos años. Chico (pértiga) mejoró en uno la de Ruiz, pero su sexta posición no vale porque tuvo la tercera dentro de sus posibilidades. Lo mismo sucedió con el relevo 4 X 100, que ganó un puesto pero por una descalificación. En las restantes pruebas hubo regresión.
España vuelve, por tanto, a una posición que históricamente le corresponde dentro del concierto europeo, donde nunca ha destacado. Es más, el sólo hecho de acceder a la Primera División costó veinte años y dos generaciones completas de buenos atletas. Tuvo que existir primero un plantel comandado por Haro, Blanquer, Sola, Garriga, Cerrada y Areta, entre otros, para que surgieran después los González, Abascal, Moracho, Corgos, Trabado y Alonso, que fueron los que en 1985 logra ron el ascenso y en 1987 la permanencia.En el historial de la Copa de Europa, la actuación de España sólo ha sido un relleno. La competición nació en 1965 con unas eliminatorias que no pasó España. Alcanzar las semana les costó cuatro años, frontera infranqueable hasta 1981. Ese año quedó cuarta y por primera vez accedió a una final, aunque fuera de Segunda División, donde quedó quinta. Ya se podía hacer una cuantificación: España era el decimotercer país de Europa.
Época histórica
El año 1983, con el atletismo español recogiendo los frutos de una gran generación, fue en el que sus protagonistas se quedaron con la miel en los labios. Abascal ganaba los 1.500 metros con una marca próxima al récord mundial. "Era una carrera táctica y, por tanto, no creía yo que íbamos tan rápido. Cuando llegué a la recta y me ví ganador empecé a frenar. Observé que el cronómetro marcaba un tiempo increíble y pensé que estaba estropeado. No lo estaba y me quedé a dos segundos del récord, tiempo que podía haber neutralizado de no frenar", recuerda Abascal. España quedó segunda en la final B, es decir, décima de Europa, a un punto de Checoslovaquia, que ascendió a Primera División.
Éste ya fue realidad en 1985 al ganar la final B, lo que significaba el noveno puesto para España en el concierto europeo, y la confirmación estuvo dos años después al mantener la categoría en Primera División, con tres victorias antológicas: las de González en 1.500 metros, Abascal en 5.000 y Abel Antón en 10.000. Ni siquiera hizo falta que el relevo puntuara -quedó descalificado- para asegurar la permanencia porque entonces sólo descendía el último clasificado y España quedó séptima, pero a un punto de Checoslovaquia.
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