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Los shiíes vengan en un norteamericano el secuestro israelí de uno de sus líderes

Un grupo radical shií libanés, la Organización de los Oprimidos de la tierra, aplicó ayer su particular ley del talión y ejecutó por ahorcamiento al teniente coronel norteamericano William Higgins, secuestrado el 17 de febrero de 1988 cuando prestaba servicio para las Naciones Unidas. Era la respuesta al cumplimiento M ultimátum lanzado eldía anterior a Israel para que liberase al dirigente de Hezbolá Abdelkarim Obeid, capturado el pasado viernes en una espectacular operación del Ejército israelí. Otro grupo proiraní, la Organizació de la Justicia Revolucionaria, amenaza con mata hoy a otro rehén norteamericano, Joseph Cicippio si del Aviv no pone en libertad a Obeid.

La Organización de los Oprimidos de la Tierra ofreció una prueba de que había cumplido su amenaza: un vídeo que mostraba, supuestámente, el cuerpo colgado de Higgins. El presidente norteamericano, George Bush, suspendió unviaje por el interior de Estados Unidos y regresó inmediatamente a Washington , donde se reunió anoche con sus máximos asesores de seguridad para discutir la reacción de Washington a la crisis, informa Carlos Mendo. Varios congresistas norteamericanos pidieron ayer que se solicite a Israel la inmediata extradición de¡ jeque Abdelkarim Obeid para que sea juzgado en Estados Unidos.Tanto el grupo que se ha responsabilizado de la ejecución como otras organizaciones radi cales shiíes que actúan en Líba no mantienen excelentes rela ciones con Irán, cuyas autoridades negaron ayer relación alguna con los hechos. Sin embargo, ayer mismo el minisil-ro del Inte rior, Alí Akbar Mohtashemi pedila en Teherán que se intensificasen los ataques contra inte reses israelíes y norteamericanos, y culpaba a Washington del secuestro de Obeid, informa Ángeles Espinosa.Minutos después de que expirase el ultimátum de los radi cales shiíes para que su dirigen te fuera liberado, el ministro de Exteriores israelí, Isaac Rabin, proponía, en nombre de su Go bierno, un canje global de prisioneros, una oferta que llegó demasiado tarde, infórma Víetor Cygiellman. Tampoco pudo hacer nada el ministro de Asuntos Exteriores soviético, Edvard Shevardnadze, que volaba hacia Teherán (adonde llegó anoche), mientras en Beirut se consumaba la tragedia, y que, al parecer, tenía previsto tratar del asunto con las autoridades de la República Islámica. Además de Cicippio, otro rehén occidental está en el punto de mira de los integristas shiíes: Terry Waite, un británico que, enviado por la Iglesia anglicana, efectuó en Líbano innumerables misiones de mediación hastaque fue secuestrado él mismo, el 20 de enero de 1987. Ayer, una voz anónima que se identificó como portavoz del grupo que ahorcó a Higgins, dijo que Waite sería ejecutado si el jefe Obeid no era puesto en libertad hoy mismo. Quince occidentales siguen aún retenidos en Líbano: ocho norteamericanos, cuatro británicos, dos alemanes occidentales y un italiano.Página 3

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