Espectacular fracaso de los colombianos

El ciclismo colombiano parece marchitarse por momentos y algún que otro enviado especial recibe estos días órdenes procedentes de Bogotá indicándole que cierre el vuelo de vuelta para antes del domingo. Al desastre del equipo Kelme, con cinco colombianos en sus filas, le ha sucedido la abulia de los representantes del Café de Colombia. En la primera etapa alpina, ningún colombiano sumó siquiera un punto en los puertos de montaña. Herrera, el Jardinerito, el autoproclamado mejor escalador del mundo, renunció hace días a pelear contra el rubio, alto y por más señas holandés Theunisse. Herrera es séptimo en la montaña, a 132 puntos de Theunisse, a 29 del propio Induráin, otro corredor de aspecto fornido.Colombia recibe una fuerte decepción a diario: sus corredores no aparecen en casi ninguna circunstancia de la carrera y son proclives al abandono. De los 13 que tomaron la salida, siete han abandonado. El primer colombiano en la general es Camargo, en el puesto 25, a 26.53 del líder. Y a las malas noticias acompaña la confusión: la Prensa local habla del fichaje de Parra por el Café de Colombia y del viaje de Herrera al Kelme, curioso intercambio que ambos protagonistas han desmentido.

La experiencia colombiana en el Tour parece haber fracasado en todos los órdenes. Herrera capitaneó el Café de Colombia, que se reforzó con tres europeos (Richard, Worre y Scirea) para darle solidez en el llano. Parra fichó por un equipo europeo, el Kelme, para forzar otra solución. Ambas han fracasado. La tercera alternativa era menos brillante: el Reynolds contrataba a Palacio y Rondón como gregarios. Esta última solución ha sido la menos mala, pero dice bien poco del ciclismo colombiano.